Francisco Fernández Morales, “El Potro”, es un luchador social veracruzano que en 1995 inició un movimiento de resistencia y activismo contra las altas tarifas de energía eléctrica que cobra la CFE en su estado natal. Al paso del tiempo sumó a miles de familias a su causa, llegó a ser diputado local, consiguió apoyos de gobierno para ampliar tierras de riego y mejorar la agricultura y fue encarcelado por más de tres años debido a la persecución de la Federación en los tiempos de Felipe Calderón en la presidencia de la república.

Después de rebasar los 20 años de recorridos y reuniones comunitarias en el centro de Veracruz, el dirigente de la resistencia civil “La Leyenda de Chucho El Roto”, continúa con la lucha para que la gente tenga precios de luz razonables y que estos se ajusten a las condiciones climáticas de las zonas con altas temperaturas. El dirigente dice que ni la represión, la persecución o la amenaza de volver a la cárcel impedirán que él insista en las movilizaciones pacíficas para conseguir ese beneficio.

En estos tiempos del Covid-19, Palabras Claras ha conseguido una reveladora entrevista telefónica con “El Potro”, cuyo contenido se presenta a la consideración de sus amables lectores.  

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¿Cuándo se formó el movimiento de resistencia contra las tarifas altas de CFE, y qué te motivó a formarlo? 

Allá por 1995, a la casa nos llegaba el recibo de mil y pico de pesos, entonces iba a la agencia que estaba en Naolinco, y me hacían un reajuste: paga 300 pesos, me decían, y lo demás, después. Así pasaron tres o cuatro bimestres. Un día fui y les dije que era la última vez que iba, que era el último recibo que les pagaba, porque yo perdía horas de trabajo y tiempo, y venía saliendo casi igual, por los ingresos que perdía y por la gasolina. Tenía un poste de madera, que todavía lo tengo. Estaba casi cayéndose y les dije que deberían repararlo también, que no pagaría la energía así. Y observando que muchos tenían ese problema, los comencé a invitar a que se unieran a la causa. 

En la década de los 2000, mandamos el primer oficio a la Comisión, al gobierno del estado y al gobierno federal, donde a partir de ese momento nos manifestábamos al no pago de luz. Única y exclusivamente con el argumento de que había una planta nucleoeléctrica que era y es un riesgo inminente y además teníamos rutas de evacuación intransitables. Así empezó el movimiento y a partir de ahí seguimos invitando a más personas de Actopan, Alto Lucero y Vega de Alatorre. Al caminar por la zona, mucha gente decía: “Nosotros también queremos ser de tu movimiento porque Comisión nos cobra muy caro los recibos”. Con los años llegamos a sumar a 70 mil gentes, aunque varios pagaron por miedo, pero muchos se quedaron y aquí seguimos luchando.

Fuimos pasando el mensaje y vimos que la gente de Cardel, de Úrsulo Galván, de Puente Nacional, se quería unir. En una reunión en la colonia El Pando 1, se me acercó alguien y me dijo: “Potro, te regalo este libro del gobierno y en él se ve que nosotros estamos con un gran riesgo”. Un mapa que decía que el riesgo puede llegar incluso a 80 kilómetros. Entonces decidimos incluir Coatepec, Xalapa, Banderilla, Tonayán, Chiconquiaco y otros municipios. Por el otro lado, Zentla, Manlio Fabio Altamirano, Soledad de Doblado, Paso del Macho y en Veracruz, Santa Fe y San Julián hasta paso de Ovejas.  

Por la misma cantidad de energía, si en Tabasco una persona paga 700 pesos, en Veracruz paga 7 mil. 

¿Cómo afectan las tarifas a la gente, y cómo está el asunto del riesgo?

En internet nos encontramos con la información del accidente de 1986 en Chernóbil, Ucrania, donde la planta tenía 10 kilómetros pluma de riesgo, es decir que tenían los habitantes muy pocas horas para abandonar la zona en caso de un desastre, y en su caso, 36 horas después del desastre, la contaminación radioactiva invadió 36 kilómetros de radio.  Solo hay que imaginar un caso así en Veracruz, para entender el problema. 

En Veracruz hay personas pobres que pagan su recibo en miles de pesos. Hay varias tarifas y subsidio, el problema es que, en los lugares muy calurosos, hay consumos naturalmente más altos por climas, ventiladores, refrigerador, congeladores, etcétera, o bien por necesidades de iluminación por inseguridad. Por ejemplo, ya con la tarifa reclasificada y por la misma cantidad de energía, si en Tabasco una persona paga 700 pesos, en Veracruz paga 7 mil. Una cifra imposible para un obrero, empleado de sueldo mínimo, campesino o trabajador informal, que son la mayoría.  Si desembolsan para la luz, no hay para comer o educar a los hijos. Por eso los más humildes, a veces solo prenden el refrigerador, para que no se eche a perder la comida.

¿Cómo se financia “La leyenda de Chucho el Roto”?

Al principio los gastos de movilización fueron patrocinados con mis recursos, posteriormente, ya como diputado tuve más recursos, y en una reunión con Felipe Calderón en campaña en Xalapa, le comenté sobre el movimiento y me dijo “Adelante Potro” y llegaron respaldos de su gobierno cuando comenzó, pero fue por poco tiempo, porque como mandatario ya fue otra persona.  Lo busqué en palacio nacional y no me recibió en la forma amistosa que yo creía que iba a reaccionar. 

Calderón desconoció el apoyo que le di y me abandonó, Fidel Herrera se dio cuenta y me dijo “Potro, necesitamos platicar, ¿qué es lo que necesita tu movimiento?” Lo que puedo necesitar son pértigas, escaleras, algunos transformadores, cables, etc. Y tiempo después nos dio vehículos, proyectos productivos, de perforación de pozos y aforo de agua profunda, y también algún apoyo económico para mantener la organización. Cuando estuve en el penal de Allende, me visitó, fue cuando ofreció esos apoyos. Con Duarte hubo menos apoyo, pero sí nos respaldó. De ahí para acá, la gente acude a manifestarse con sus propios gastos y yo apoyo con lo que puedo.

“Perro no come perro”, me dijo Felipe Calderón

¿Cómo fue el rompimiento con Calderón?

En la legislatura, yo fui el único diputado que apoyó a Felipe en la contienda interna para la candidatura a la presidencia. Él entendió que era una garantía para ganar elecciones en la zona centro de Veracruz. Pero después, en Palacio no me recibió, y en agosto del 2008, ya como presidente, Felipe Calderón vino al banderazo del libramiento de Xalapa; ahí en Villa Aldama, lo enfrenté y le dije “mi Felipe, necesito que me cumplas los acuerdos que tomamos cuando andabas en campaña”. Que nos den una tarifa muy simbólica en el radio de los 60 kilómetros. Y como diputado, quiero convertir terrenos de temporal en terrenos de riego, le señalé. Calderón ese día me dijo que me podía apoyar en lo demás, pero que en el movimiento de luz no, porque “perro no come perro”. Entonces muy diplomáticamente le dije que cada quién se iba a chingar a la más vieja de su casa, él a la suya y yo a la mía, porque ese acuerdo era el primer punto, y si no pasaba ese punto, no pasaban los demás, cosa que me hizo regresar un poco molesto.

Por la lucha social me convertí, gracias a la CFE y a Calderón, en uno de los delincuentes más buscados del país, hasta que me encerraron el 16 de diciembre del 2008. Y yo salí al otro día con una fianza de cinco mil pesos, gracias a un error de nombre. A los tres meses fui a solicitar que me devolvieran esa fianza y ya me estaba esperando la PGR, porque había una complicidad entre la Comisión Federal de Electricidad y el décimo quinto juzgado de Xalapa. En la mera entrada, ahí me volvieron a agarrar, fue el 3 de marzo del 2009 y me llevaron al penal de Allende. 

“Solo produciendo riqueza, podremos sacar a la gente de la pobreza”

¿Cómo te interesaste en la política y qué te ha dejado a ti y a tu gente?

En el debate presidencial de 1994, se enfrentaban Diego Fernández de Cevallos, Cuauhtémoc Cárdenas y Ernesto Zedillo. Vi el debate y me causó tanta impresión el barbón, aparte de lo bien que se atravesaba, la verdad. Y le empecé a decir tío Diego. Yo participo en un grupo de alcohólicos anónimos y nunca en mi vida, había ido a votar, fue hasta ese día del 94, tomando mi yogur, recuerdo.  Con Abel Cuevas, nosotros hicimos una campaña en corto con el PAN y esa vez Trapiche del Rosario en su elección, le metió dos a uno al PRI.  En 1998 platiqué cercanamente con Diego en el cierre campaña de Luis Pazos. Y empezamos a generar un trabajo más de partido Y eso me llevó a participar en el 2004. La gente me decía Potro ya no creemos en los políticos, en el único que creemos es en ti, y esa es la razón que me llevó a jugar para diputado en 2004. En ese entonces, yo me dedicaba a comprar y vender carros, a ir desarmando vehículos viejos usados. A todos ayudaba con sus refacciones, con dinero o sin dinero, en los ingenios de Paso del Macho, de La Gloria y El Modelo. La campaña la hice con 50 mil pesos que me prestaron y mi familia pegando propaganda, con una vieja camioneta. Entre todos quitábamos nuestra propaganda, acabando las reuniones, para pegarla en el pueblo siguiente.

Aquí en la asociación se ha apoyado a más de 300 gentes para que lleguen a pensionarse. Ayudamos a enfermos y eso, nosotros no lo sacamos a relucir. Aquí tengo unos amigos que les hemos pagado más de 300 mil pesos en sillas de ruedas, bastones e implementos, y todo porque me lo fían, me lo financian temporalmente y lo liquido cuando yo hago algún movimiento, porque en mi trabajo le tiró a todo lo que se mueve.

Soy una persona que toda la vida me he dedicado a la labor social. Y cuando uno sale a la política, la gente empieza a recordar tanto lo bueno como lo malo. Casi sin dinero, la misma gente empezó a hacer el proselitismo para poder ganar la interna al exalcalde panista Pablo García y después al subsecretario Héctor Yunes. 

Esa lucha y lo que conseguí como diputado son satisfacciones difíciles de explicar, una de ellas, el pozo que estaban esperando en la zona de Coyolillo y que pude conseguirles. Un día se me acercaron veinte viejitas. Cuando tenía 42 años, una de ellas me daba un abrazo y me decía “Mi potro, gente como tú no vuelve a nacer”. Ella misma dijo esta vez: “te damos mil bendiciones y estamos aquí en lo que se te pueda apoyar. No sabes con qué gusto estamos viendo estas aguas subterráneas que están saliendo para salir de esta pobreza”. 

Tenemos 442 pozos profundos para extraer agua del subsuelo en varios municipios, son grandes apoyos sociales donde se benefician a agricultores y productores. Cada pozo da agua a alrededor de 35 familias que tienen predios promedio de 45 hectáreas cada uno. Así estamos apoyando a más de 15 mil familias. Cuando inauguramos un pozo, les digo que “solo produciendo riqueza, podremos terminar con la pobreza”.  El pozo Terrerillo en Trapiche del Rosario, fue el primero que hicimos, lo empezamos a trabajar a finales de 2004. 

Y parece que debemos seguir en el mundo de la política, porque no hay de otra, todo mundo viene a verme en la parte electoral, pero si llegan al puesto, se olvidan, y si no llegan, también se olvidan, y aquí necesitamos muchos proyectos productivos y trabajar, y nosotros mismos lo vamos a hacer, porque nadie quiere apoyar, ya estando arriba.

Es grande la satisfacción de las obras de agua, como en Soledad de Doblado o Zentla, donde el sistema de temporal se convirtió en sistema de riego; es una satisfacción que ni el poder ni el dinero te la pueden quitar.

¿Qué personajes del poder apoyaron tu movimiento, y cómo te trató Yunes linares?

Fidel Herrera fue la piedra angular, o medular, como quieran llamarle, también Gerardo Buganza, como secretario de gobierno. Y ayudaron al movimiento, Antonio Benítez Lucho como diputado, y para liberarme influyeron César Augusto Santiago, el diputado Flores Rico, y Francisco Rojas.

De Yunes Linares, puedo decir que nunca tuve contacto con él. Después de tres o cuatro llamadas cortantes decidí no hablarle más.

¿Qué enseñanza te dejó la cárcel?

La experiencia de ir a la cárcel deja tristezas y satisfacciones. Esa situación de verme encerrado 3 años, 6 meses y 22 días, les puedo asegurar que la viví mejor que cuando fui diputado, porque ahí en la cárcel se aprende a dejar a un lado esa moral, que nada más nos perjudica a todos por el qué dirán. Eso sí, ahí se comparte el pan y el agua dentro de una lealtad, hay una gente muy buena, estuve muy bien con los tontos, sí, los tontos son el 40%, la gente que están ahí por no tener dinero para poder pagar un buen abogado. El ser pobre es su delito y su condena. Esos son los tontos, y los santos eran todos los custodios. En las acciones humanas, las primeras eran conseguir balones de fútbol, de voleibol, básquetbol, tenis, y todo para el deporte, adentro la segunda acción con ellos, el ayudarlos en lo que necesitaban de gobierno, por ejemplo, cuando llegaron cuatro mujeres por ahí, amigas de la delincuencia organizada, narcotráfico y delitos contra la salud. A esas personas yo les brinde el apoyo con mis relaciones con los funcionarios del gobierno del Estado, para que les dieran a todos sus hijos medicinas y cupo en las escuelas alrededor de Pacho y no perdieran el ciclo escolar. 

En la conversación con los presos supe de decenas de compañeros que habían sido recluidos solo por manifestar ideas o haber luchado por causas sociales o ambientales. Descubrí que ni la represión, ni la persecución o la amenaza de volver a prisión, podrán impedir que promueva las movilizaciones pacíficas para conseguir esas mejoras sociales.

Después de tres años y medio, salí libre de los 15 años y 5 meses que me habían sentenciado

¿Quiénes ayudaron a salir de prisión?

Mi esposa entregó a Felipe Calderón una carta el 11 de noviembre de 2011 y este señor prácticamente no ayudó en nada. Toño Benítez Lucho fue incansable y también apoyo el tratamiento médico que requería la gente de dentro de la cárcel y los agremiados del movimiento. También Paco Rojas y César Augusto Santiago apoyaron el punto de acuerdo del Congreso, y efectivamente, la Suprema Corte de Justicia ordenó que se apegaran a derecho. En automático y después de tres años y medio, salí libre de los 15 años y 5 meses que me habían sentenciado por la acusación de que en Coyolillo encerré en una calle a nueve camionetas de Comisión Federal y dos patrullas de seguridad pública. Todo un abuso porque, podría yo ser un preso político, eso sí, pero nunca he privado de la vida a nadie. 

¿Por qué no redujeron las tarifas a Veracruz y sí a Tabasco?

Se redujeron en Tabasco porque el presidente de la república es de allí.  Creo que no le conviene reducir la tarifa en Veracruz porque allá son solo ocho municipios y yo aquí en el puro movimiento tengo 23 y es más grande mi radio de 60 kilómetros y en población que el propio Tabasco.  Yo lo único que puedo decir que es justicia divina que tarde que temprano va a llegar, porque nosotros estamos dentro de la ley con las temperaturas y estamos con toda la razón por tener un riesgo inminente en Laguna Verde y porque Veracruz produce el 12% de energía eléctrica a nivel nacional. 

Quisiera que López Obrador no se dejara engañar por la gente que trae

¿Cuántas personas integran el movimiento Chucho el Roto, y cómo ven el futuro?

En el movimiento tenemos 50 mil personas firmes más otros adherentes por épocas. Hay 30 mil allá en la zona Coatzacoalcos, pero son gente de Alfredo Basulto. Hay otras pocas en Costeños Unidos de Norberto Márquez. A Ellos les proporciono asesoría y apoyo estratégico. En enero del 2019 el senador Ricardo Ahued se metió con todo a apoyar al cien lo que es el movimiento. Otros políticos, nada, porque la diputada María Esther López al principio empezó muy bien con nosotros, pero se alejó. Entonces la lucha actual es de nosotros, Basulto, Márquez, y el propio senador. 

El pecado en que caen los políticos, sucedió en los mismos líderes internos de nosotros, cuando en 2013 coloqué a 22 compañeros en diferentes municipios, en Actopan y un regidor primero en La Antigua. Cuando tuvieron poder, vieron por sus intereses y fallaron a la causa. 

De eso, le digo a la gente, que cómo recuerdo a mi mamá, porque en mi familia quedamos huérfanos de padre, yo con dos años. Mi madre tenía que ver cómo mantenernos y empezamos a crecer, y cuando empezamos a crecer, yo creo que mi mamá dijo, ahora sí, mijo, ya voy a sacar esto adelante. Crecimos y un hermano se casó a temprana hora, tuvo cuatro chamacos, y se fue a acumular ahí a la casa, sin trabajar y sin nada; otro se fue; un servidor se dedicó a beber y a parrandear, y el otro, a jugar gallos y caballos. Y la sorpresa de Doña Rosa Morales, que es mi mamá, fue que, en vez de tener un apoyo fuerte, se hizo ilusiones en vano, y no le dimos de comer a ella en ese momento. Claro que después reaccionamos y empezamos a ser diferentes, dejamos las copas. Dejamos todos esos juegos y empezamos a tratarla como se merecía, como una reina.

Así también a mí en la Resistencia, cuando tenía los dos síndicos y ese regidor, entonces, dije, ahorita ya me van ayudar, cuando menos a sostener la oficina y el movimiento. Mi sorpresa fue observar que algunos buscaban su beneficio y otro andaba haciendo su propia asociación.

Yo les dije que el día que quieran quitarme la fuerza que tengo, se las doy, es más, yo quisiera ya descansar de todo esto, pero para que quiten esta parte, tienen que hacer algo similar a lo que nosotros estamos haciendo. Hoy ando defendiendo con la razón a la causa. Ese es el único camino que vale.

¿Cómo ves el gobierno de López Obrador, y qué piensas de Cuitláhuac García?

Quisiera que López Obrador no se dejara engañar por la gente que trae, que hablan de principios de no mentir. Pero varios son unos mentirosos que traicionan a quien sea. Y le puedo decir que también roban, porque ni sacaron programa de ganado, ni están sembrando vida, ni nada de eso, esos dineros se lo están llevando quién sabe para dónde y qué función tendrán.

Con Cuitláhuac te topas que es un gobierno austero, pero esa austeridad nada más la dicen para no responder a la gente que va a solicitar apoyos. Dicen que el gobierno está cambiando, pero el gobierno de Veracruz tiene al Estado patas arriba y yo lo que cambiaría de este gobierno es que escuche a la gente. 

Y si pudieran hablar con uno, eso ya lo sabría el gobernador y el presidente, y estuvieran trabajando muy congruentemente con lo que dijeron. Hace años estuve invitando a la gente de La Concha, a colonos y a todos, a que se unieran por el cambio y ese cambio me lo reclamaron y me dijeron: “Oye primo, dónde está el cambio”, y les dije, ese cambio ya se dio, nada más que es de la pobreza a la miseria. Sí, es triste, pero esa es la realidad. Pero todavía están a tiempo, van dos años, si reaccionan, pueden rectificar esta parte y México y Veracruz pueden tener progreso. 

Porque Veracruz es el estado más rico de la república en recurso natural, y entonces, cómo es posible que Sonora tiene el 7% de aguas dulces y casi dos millones de hectáreas de riego, y Veracruz que tiene el 33% del agua dulce que cruza el estado, solo tiene un poquito más de un millón de hectáreas de riego. 

Y cómo es posible que estemos ahora con el FONDEN apoyando a la sequía.  Yo creo que aquí se compuso esa canción que dice “hipocresía, morir de sed, teniendo tanta agua”. Entonces no se vale, tenemos todo, pero para mí, lo que no tenemos, es un gobierno que se interese en sacar al pueblo adelante.

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