Xalapa, Ver. – El Nuncio Apostólico del Vaticano en México Franco Coppola reconoció que la pederastia ha afectado y dañado mucho a la iglesia católica, pero destacó que ahora el Papa Francisco a pedido tolerancia cero a esos casos.

En su visita a la Arquidiócesis de Xalapa admitió que, la herida que se deja en las personas no se borra y los destruye, por lo que incluso se han iniciado procesos contra quienes en el pasado han encubierto esta situación.  

Destacó que ahora, han estado trabajando en la prevención ofreciendo una mejor preparación a los seminaristas para estar seguros de que no sean personas enfermas que puedan hacer daño a los niños o jóvenes. 

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“El fenómeno de la pederastia, es algo que ha afectado muchísimo a la iglesia por dos razones, antes que todo el hecho mismo que un joven o un muchacho o una muchacha o joven que confía en la iglesia y los padres, en lugar de ser ayudados a crecer, a desarrollarse, a conocer al señor, han sido heridos de esta manera, es una herida muy grande”, dijo. 

Explicó que se ha encontrado con algunas personas abusadas y ha observado que no es una herida que sana con facilidad o no sana. 

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“Hasta ahora he encontrado a personas que todavía tienen dentro de sí misma la pesadilla que es lo que han vivido. No sé si un día alcanzarán a sanar, entonces es algo muy grave. No es un daño que uno hace y después pasa, no, es algo que queda y que arruina, cambia, destruye, la vida de la persona”, añadió. 

El Nuncio, cuestionó si el grado tan alto de violencia que existe en el país está relacionado con la violencia que, a nivel infantil, y juvenil se experimenta en México. 

“Claro que no es responsabilidad solo de los sacerdotes, también a veces esto pasa en las escuelas, en las familias lamentablemente, pero me parece que, hay muchos, demasiados jóvenes, muchachos, adolescentes, niños que padecen violencia. Yo no sé si esto tiene alguna consecuencia después en esta facilidad de ser violentos que la sociedad mexicana experimenta a pesar de ser católica en gran parte, a pesar de sus convicciones, pero hay esta facilidad de ser violentos”, lamentó. 

De esa forma, reconoció que otro gran daño se causó al negar que esto ocurría por parte de algunos responsables dentro de la iglesia, que conociendo o no la realidad, trataron de encubrir en lugar de perseguir y juzgar a los culpables.

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