El despertar de los habitantes en Poza Rica y su zona conurbada este 2023 no fue viendo la salida o puesta del sol, muchos menos disfrutando una noche de estrellas en el cielo. La violencia e inseguridad que azota al municipio más poblado del norte del estado de Veracruz, y el núcleo central de Papantla, Coatzintla, Tihuatlán y Cazones, robó la tranquilidad de la ciudadanía y aumenta la caída económica de la región.

Desde el 2002, Poza Rica está gobernado por el morenista Fernando Luis Remes Garza que, pese su cercanía con el presidente André Manuel López Obrador, no ha podido reducir los índices negativos de violencia e inseguridad, ni la caída económica que azota al municipio, mucho menos la de esa zona conurbada.

Los empresarios de la región lamentan que la violencia ha provocado el cierre de muchos negocios y la ven como ‘la otra pandemia’. “Se fue el coronavirus, pero nos quedamos con la violencia”, es el comentario frecuente de los comerciantes.

La preocupación y el terror, por los ataques armados a restaurantes, bares y antros, tienen pasmados a los pozaricences, quienes ha preferido cerrar sus negocios y con ello suspender cientos de fuentes de empleo. 

A decir de los emprendedores, en los últimos días restaurantes y bares de Poza Rica, y su zona conurbada, prefirieron detener sus operaciones para evitar más desgracias humanas, a pesar de que fueron restringidos por la autoridad municipal los horarios de apertura y cierre en ese tipo de sitios.

Otro de los sectores afectados, por la ola de violencia, son los taxistas, quienes han visto una baja en la demanda de sus servicios en horarios nocturnos. “Hay miedo. La gente casi no está saliendo en la noche, a las 11 no hay casi pasaje”, dijeron varios trabajadores del volante.

No obstante, las autoridades estatales y municipales han recalcado que no hay ‘toque de queda’ y pidieron a la población ‘no entrar en psicosis’.

Pero, en ‘las benditas redes sociales’, se difunden presuntos mensajes en los que advierte más hechos violentos. Además, los intentos de extorsión se expanden a pequeños, medianos y grandes empresarios, en los que se piden cantidades importantes de dinero a cambio de ‘protección’.

Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, insiste que la inseguridad que se ha desatado en Poza Rica está relacionada con bandas de delincuentes dedicadas al trasiego y venta de drogas o de plano resbala la gravedad del asunto culpando a los gobiernos anteriores.

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