Al entrar en vigor la Norma Oficial Mexicana en materia de calidad del aire, es necesario realizar una serie de foros y debates para conocer el contenido de esa disposición, expuso a Palabras Claras, el Doctor Carlos Manuel Welsh Rodríguez, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana.

“Tenemos la obligación de compartir con la población en general lo que nos depara el futuro en nuestra ciudad capital, en materia de calidad del aire. Estamos atrasados, por lo menos 10 años, en la implementación de programas que aseguren la calidad del aire con una visión de salud ambiental” dijo el investigador.

Welsh Rodríguez, lamentó que la única dirección de salud ambiental en Veracruz, haya desaparecido, sin conocer a fondo las consecuencias de esta medida. “En esa área convergían las Secretarías de Medio Ambiente y Salud, e inclusive, el haberla creado, le generó al Gobierno del Estado una felicitación por parte de la Organización Panamericana de la Salud. Sin embargo, hace algunos meses fue desaparecida mediante un simple decreto del Secretario de Salud”.

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A decir del experto en medio ambiente, las medidas administrativas y políticas implementadas por el Gobierno del Estado en materia ambiental, son un ejemplo claro de que “hay cosas que importan mucho, poco o nada, y al parecer, este tema, nada”.

A pesar de que la Organización Mundial de la Salud señaló la relación de los efectos del cambio climático con el impacto a la salud en zonas urbanas, no se ha dado la atención adecuada al tema. “Debe ser considerado como un tema prioritario en los próximos años, dadas las tasas de enfermedades respiratorias, gastrointestinales y cardiacas, posiblemente asociadas a los factores de contaminación local, por ejemplo, ocasionados por partículas suspendidas y ozono, entre otros contaminantes.

Carlos Welsh dice que esta discusión se inicio hace más de 10 años en una reunión en la ciudad de Monterrey, con la presencia del Premio Nobel de Química Dr. Mario Molina, el Dr. José Sarukan y el Dr. Edmundo de Alba, entre otros.

“Nosotros hemos participado activamente con los científicos mexicanos del más alto nivel, y hemos analizado los escenarios que se deben tomar en cuenta para diseñar y operar las políticas públicas ambientales”, recalcó.

Indicó que los episodios que sufre la Ciudad de México, son sólo el preludio de situaciones que lamentablemente empezarán a afectar con dureza la salud de los capitalinos, y entonces el gasto en salud pública aumentará drásticamente.

Añadió que la Universidad Veracruzana en 2007, a través de un proyecto estratégico entre las Direcciones de Investigaciones y del Área Técnica, diseñaron una unidad móvil de monitoreo de la calidad del aire, bajo su diseño y coordinación.

Sin embargo señaló que “al final, fue destinada a convertirse en un laboratorio móvil para estudiantes de pregrado y se asignó a la Facultad de Instrumentación Electrónica y Ciencias Atmosféricas, bajo la tutela de un académico de esa facultad, y con la vigilancia de un comité de expertos, situación que no permitió desarrollar estudios que sirvieran como herramienta para investigación, y menos para la construcción de políticas públicas”

Informó que la Secretaría del Medio Ambiente, cuenta con una red de estaciones de monitoreo atmosférico, “son quizás la aportación más importante, pero la difusión y estado de las mismas necesita un impulso gigante para que la ciudadanía esté informada oportunamente” comentó.

Precisó que Xalapa cuenta con un consejo o comité de movilidad, que usa investigación de gabinete y asesorías internacionales para sugerir estrategias eficientes en relación al tema, pero no incluyen calidad del aire y clima urbano en las discusiones, por lo que dejan de ser eficientes.

Citó como ejemplo lo que sucede con el cambio de sentido en la zona de Los Sauces, de esta ciudad, y preguntó: “¿cuál es la calidad del aire a partir del establecimiento de los pasos peatonales elevados y el cambio de sentido en la zona de Los Sauces?, la respuesta no la sabemos. En ese sentido, lo que se ha visto es que los pasos elevados impactan en el escurrimiento de agua y generan zonas de encharcamiento. En cuanto a la cantidad de vehículos, no se realizó un aforo vehicular, ni se estimó con medios estadísticos la calidad del aire.”

Al indagar qué nos espera en Xalapa, el Doctor Carlos Welsh respondió: “los escenarios climáticos señalan que tendremos un clima urbano extremo, con episodios de calor, que recibirá como retroalimentación la mancha urbana, y aunado al parque vehicular, con un tránsito aún más lento, tendremos un incremento en enfermedades respiratorias”.

El académico de la Universidad Veracruzana habló sobre el futuro ambiental y sobre las soluciones pertinentes y reales que se deben implementar en la capital del estado y dijo “No hay fórmulas mágicas y tampoco podemos suponer que lo que sirvió en Nueva York, Bogotá o Tokio será viable en Xalapa. Se necesita la concertación entre gobierno, prestadores del servicio de transporte y sociedad. El gobierno debe atender y responder con conductas y normativas que promuevan acciones efectivas como recolección de basura en horario nocturno; eso no entorpecería el tráfico en horas pico”, citó como ejemplo.

Respecto a las unidades de transporte público que circulan en la ciudad, manifestó que “es obsoleto en todos los niveles y es muy complicado concertar con los prestadores del servicio público de transporte, mecanismos reales de cambio de unidades, capacitación, establecimiento de servicios y tarifas multimodales, para que sea mejor y más eficiente el uso del transporte público, antes que el privado, en traslados de casa-trabajo-casa”. Sin embargo, como lo señaló el doctor Mario Molina, este sector parece ser de los difíciles para trabajar y conciliar.

Finalmente explicó que la ciudadanía será coparticipe de estos programas, cuando los traslados pueden hacerse seguros, económicos y bajo un itinerario fiel.

 

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