(SPI).- La Ciudad de México y Veracruz ocupan la tercera posición a nivel nacional en casos de muertes maternas con 37 casos, según informes del Observatorio de Mortalidad Materna en México.
En su reporte de la Semana Epidemiológica 46, actualizada al 20 de noviembre, el primer lugar lo ocupa México con 72 casos y el segundo sitio Chiapas con 65 casos.
A nivel nacional se han registrado 654 casos de muerte materna en lo que va del presente año.
Abajo de Veracruz (37 casos) se ubica Guerrero con 36 casos; Guanajuato y Jalisco con 35 casos; Oaxaca 33 casos; Chihuahua y Puebla 28 casos; Michoacán y Tamaulipas 23; Coahuila 21; Baja California y Nuevo León, con 19; Hidalgo 18; San Luis Potosí, Sonora y Tabasco con 15 casos de muerte materna.
Sinaloa 11 casos; Zacatecas nueve; Durango, Nayarit y Quintana Roo con ocho; Morelos y Querétaro, siete; Tlaxcala, seis; Campeche y Yucatán, cinco; Aguascalientes, cuatro y; Baja California y Colima un solo caso.
El catedrático de la Facultad de Medicina, Miguel Ángel Bernal Davish comentó Veracruz ocupa los primeros lugares a nivel nacional en muerte materna y los factores más comunes son por no saber manejar una hemorragia obstétrica, eclampsia, distocia de los hombros y parto pélvico.
“Luego del nacimiento o durante el alumbramiento existe una hemorragia que puede ser multifactorial, lo que obliga a que el médico esté debidamente capacitado para atenderla pues de no ser así la paciente se puede desangrar y fallecer en minutos”, expresó el galeno.
El galeno, precisó que en capacitación la Universidad Veracruzana (UV) y la Jurisdicción Sanitaria V, realizan de manera coordinada cursos tanto a alumnos como a especialistas a fin de contribuir a disminuir los índices de muerte materna ocasionada por emergencia obstétrica.
Por ejemplo, a los alumnos se les capacita desde el manejo inicial para que conozcan cómo detener esa hemorragia, ya que el problema se puede presentar en cualquier embarazada, sin importar edad o condición social.
Explicó que se consideran emergencias obstétricas, la sobredistensión del útero en embarazos de gemelos, así como en productos macrosómicos, es decir, que el recién nacido pese más de cuatro kilogramos; condición que en nuestra región se incrementa por el sobrepeso y la obesidad que predispone a la diabetes mellitus.
