Mientras el alcalde xalapeño Américo Zúñiga ya no sabe que feria, fiesta o ligereza inventar para distraer a la sociedad, la delincuencia ha tomado como suya a la ciudad de Xalapa.

El sábado pasado, a las siete y media de la noche, dos delincuentes empistolados violentaron a una dama en la zona de estacionamientos de la tienda Superama, golpeándola a cachazos sin cesar, hasta que un valiente cliente de esa negociación, arriesgando su vida, logró hacer huir a los asaltantes o secuestradores.

Pero eso seguirá ocurriendo mientras el alcalde siga entretenido. En una más de sus superficialidades, Américo está empecinado en convertir la avenida Murillo Vidal en área de juegos y diversiones para un sector de la ciudad que tiene muy cerca al Parque Natura y a Los Berros.

Sin embargo, la población xalapeña empieza a cansarse de sus ocurrencias y quiere que se ponga a trabajar en serio por la seguridad de los xalapeños.

Los delincuentes que han asolado a la capital, están felices de que el alcalde guste tanto de la fiesta, la publicidad, los reflectores y los desfiles egocéntricos. El dinero que debiera dedicarse a combatirlos, se usa en los devaneos y contoneos de Américo y su “pandilla” de mozalbetes metidos a políticos.

Ante estos hechos y actitudes, diversos sectores de la sociedad xalapeña solicitan al Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares su pronta intervención, incrementando los rondines de seguridad en centros comerciales, recreativos así como replantear la instalación de los retenes policiacos en las entradas y salidas de la capital de Veracruz.

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