A pesar de que el candidato panista y ex presidente municipal de Boca del Río presume haber dejado un superávit en su administración y cero pesos de deuda, esto es mentira, pues de acuerdo al portal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el apartado de deuda ubican al ayuntamiento boqueño con un pasivo por 53.3 millones de pesos.

Incluso como garantía de pago se dejaron empeñadas las participaciones federales por un 22 por ciento durante los próximos 10 años, es decir, que los tres alcaldes que lo sucedan en el cargo deberán pagar la deuda contratada por el hijo del gobernador.

Hasta el año 2016, el municipio de Boca del Río no contaba con deuda bancaria, sin embargo fue en la administración de Miguel Ángel Yunes Márquez que se gestionó un crédito de 100 millones de pesos, pero únicamente aplicó 53.3 millones de pesos.

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Dicho crédito fue contratado con Banobras a un plazo de 10 años; tiene un perfil de amortización constante; afectación de 22.74 por ciento del Fondo General de Participaciones y una tasa variable de TIIE + 1.07 por ciento, que depende de la calificación del municipio.

“Si bien en el avance financiero a septiembre de 2017 se habían dispuesto 53.3 millones, el municipio no contempla disponer de la totalidad del crédito, de hecho, la fecha límite para la disposición total fue el 31 de octubre pasado. La agencia monitoreará el nivel de endeudamiento de largo plazo del municipio. Por otra parte, el ayuntamiento contaba con una línea de cadenas productivas con Banco Santander (México), S.A., Institución de Banca Múltiple, Grupo Financiero Santander México, de hasta 30 millones para solventar principalmente el pago de proveedores de obras, el cual, según la administración, fue liquidado en su totalidad”, agrega el propio portal de transparencia del ayuntamiento.

El primer alcalde, que habrá de recibir las participaciones federales rebajadas en un 22 por ciento, será Humberto Alonso Morelli, quien tendrá que gobernar con menos recursos.

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