Bruselas.- Durante dos años consecutivos, 2018 y 2019, Europa occidental se vio afectada por intensas olas de calor a finales de la primavera y el verano, lo que provocaron sequías severas, informó el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera de Copernicus.

Advirtió que una de las grandes amenazas a las que se enfrentará Europa en el futuro será precisamente un incremento tanto de la frecuencia como de la longitud de los periodos de sequía.

Explicó que debido los bajos niveles de precipitación y la alta evapotranspiración, el contenido de agua del suelo fue mucho más bajo de lo habitual en el noroeste de Europa y afectó a países como Bélgica, Países Bajos y el sur de Inglaterra en 2018.

Esa situación afectó este año partes de Francia y España, lo que provocó además un impacto en el crecimiento de la vegetación, alertó Copernicus en su sitio web.

Para seguir estos eventos extremos, se combina el Índice del Área de Hoja (LAI, por sus siglas en inglés), que es un indicador de la densidad de vegetación del Servicio Global de la Tierra de Copernicus a una resolución espacial de 300 metros, con datos y modelos del Servicio Meteorológico de Francia (Meteo-France) sobre Europa occidental.

En concreto, el centro de investigación de Meteo-France ha desarrollado un sistema global de asimilación de datos de la tierra para hacer seguimiento de las sequías, aseveró.

“Los datos del Servicio Global de la Tierra de Copernicus se integran en un modelo de tierras y plantas conducido por diferentes variables atmosféricas. Además, las observaciones derivadas de los satélites se utilizan para mejorar las variables simuladas que son indicadores de las condiciones de sequía”, consideró.

Ejemplificó que si se comparan los datos de humedad de la tierra de abril de 2018, con el mismo mes de este año, la humedad del suelo era menor que hace un año, especialmente en la cuenca del Ebro y en Extremadura, en la Península Ibérica.

Copernicus destacó que el impacto de estas condiciones de sequía en el suelo y en el crecimiento de la vegetación aumentaron en los siguientes meses y alcanzaron su máximo en el mes de julio, cuando el impacto de la sequía sobre la vegetación fue “particularmente obvia” en Francia, Cerdeña y el norte de España.

Aseveró que durante el mes de julio de 2018 en el norte de Europa y en particular en el sur de Inglaterra, Bélgica y Países Bajos sufrieron un periodo de sequía similar que después se expandió a Alemania en agosto.

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