Los restos de un pulpo de siete brazos, una de las especies abisales más grandes del planeta, fueron encontrados recientemente en una playa de Escocia. El ejemplar, capaz de alcanzar longitudes superiores a los tres metros, generó sorpresa entre especialistas que calificaron el hallazgo como “extraordinario” y “un poco misterioso”, dado que estos animales habitan en aguas profundas y raramente llegan a la superficie.
Investigadores locales señalan que aún no existe una explicación definitiva sobre cómo llegó el molusco hasta la orilla. Una de las hipótesis más sólidas indica que pudo haber sido atacado por ballenas en mar abierto, lo que habría dejado sus restos a merced de las corrientes que finalmente los arrastraron hasta la costa.
El caso ya es motivo de análisis por parte de biólogos marinos, quienes buscan determinar su procedencia exacta y el estado en que fue encontrado, a fin de identificar posibles factores ambientales o comportamientos de depredación asociados a su aparición en la playa.










