La detención de la actriz británica de contenido para adultos Tia Billinger, conocida en redes como Bonnie Blue, continúa generando repercusiones en Indonesia tras revelarse nuevos detalles del operativo ejecutado el pasado 4 de diciembre en Pererenan Village, Bali.
De acuerdo con información difundida por News.com.au, la redada inició tras la denuncia de un residente extranjero que llevaba semanas siguiendo las actividades de la creadora de OnlyFans, célebre por afirmar que mantuvo relaciones con 1,057 hombres en 12 horas. El denunciante aseguró que rastrear sus movimientos “no fue particularmente complicado”, pues Billinger utilizaba una camioneta rotulada como “Bonnie Blue’s BangBus”, vehículo que posteriormente fue asegurado por las autoridades.
La Policía local, según el informante, en un inicio “no entendía” la dimensión del caso. Fue necesario explicar que la actriz presumía en sus plataformas encuentros sexuales múltiples y relaciones con jóvenes que, a juicio del denunciante, apenas superaban la mayoría de edad. Además, recordaron que en Indonesia la producción y consumo de pornografía está estrictamente prohibida.
Una vez aclaradas las posibles faltas, agentes encubiertos fueron enviados para verificar las actividades en el estudio donde se realizaban las grabaciones. Al confirmar las denuncias, Billinger y otras 17 personas -todas extranjeras- fueron detenidas.
Grabando un “juego” sexual
Un portavoz policial declaró a medios locales que, durante la intervención, se sorprendió al grupo grabando contenido para un “juego” cuyo premio final sería “acostarse con Bonnie Blue”. Aunque en la incautación no se encontró pornografía explícita, la investigación se mantiene abierta para determinar si se violaron leyes relacionadas con moral pública, permisos laborales y producción de contenido sexual en territorio indonesio.
Billinger ya fue liberada, pero continúa bajo investigación mientras se analiza si enfrentará cargos formales.
Expertos en derecho migratorio consideran que el proceso podría tomar otro rumbo. Philo Dellano, socio del despacho PNB Immigration en Yakarta, señaló que es posible que la actriz evite ir a juicio: “Si hay una mano invisible que solicite su deportación, puede ser trasladada a una oficina de inmigración y expulsada del país”. Según explicó, intereses económicos ligados a la industria de creadores de contenido podrían influir en la decisión final.
Mientras tanto, el caso se convierte en un nuevo recordatorio de la estricta legislación indonesia en materia de moral y contenido sexual, en un entorno donde redes sociales y plataformas digitales continúan desafiando permanentemente los límites de la regulación local.
