Este viernes arrancó en Brasil su famoso carnaval, una gran fiesta que mueve multitudes tanto desde dentro, como desde fuera del país. Los brasileños dicen que el año empieza solo después del carnaval, que en esta ocasión resulta ser el primero tras la pandemia del covid-19.

La samba es su alma y vida, y por todo el país existen escuelas donde los ciudadanos se preparan durante el año entero para este majestuoso espectáculo. RT ha visitado la primera escuela de samba de Sao Paulo, Vai-Vai, para ver cómo viven el esperado evento sus integrantes.

“Todo lo que pedimos a Dios día y noche es vencer. Nosotros merecemos ganar. Trabajamos todos los días durante un año. Queremos volver a nuestro lugar entre las mejores”, confesó Sandra de Fátima, quien lleva 25 años en Vai-Vai.

Este año, el Gremio Recreativo Cultural Vai-Vai cumplió 93 años de historia. La escuela surgió de una hinchada de fútbol en el barrio Bella Vista, en los años 1920. Luego el grupo se convirtió en un bloque del carnaval y finalmente en una escuela en 1930. Su corona del logotipo representa a la realeza negra, y el ramo de café, al fruto que fue la base de la economía paulista en los siglos XIX y XX.

Además de haber sido el primero, el gremio acumula la mayor cantidad de victorias: 9 títulos como bloque de carnaval de calle, 15 títulos en los desfiles en el sambódromo de Anhembi, y 10 veces vicecampeón del carnaval de Sao Paulo.

Claricio Gonçalves, presidente de Vai-Vai, tiene 68 años y 43 de ellos los dedicó a la escuela de samba. “Este trabajo que hago hoy, de rescate de la escuela, no es más que mi obligación por todos los años que llevo aquí. El carnaval representa todo para mí”, comentó a nuestra corresponsal Michele de Mello.

“Vamos para la avenida con todas las ganas para que nuestra escuela vuelva al grupo especial”, aseguró otra integrante de la escuela, Elisabeth Boyomo.

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En este carnaval, la ‘negro y blanca’ lleva como lema “Yo también soy inmortal”, reeditando la samba de enredo de 2005. Con una composición y alegorías que reflejan el surgimiento del universo, el mundo cósmico, la religiosidad y la fe que atraviesa la humanidad, la escuela busca consagrar su victoria para volver al grupo especial, la selección de los mejores gremios, luego de ocho años sin vencer.

“El carnaval de nuestras vidas”

“Con este enredo ‘soy inmortal’, rescatamos nuestra ancestralidad y hacemos un carnaval totalmente distinto para luchar con el poco dinero que tenemos, porque recién quitamos dos millones de reales (unos 380.000 dólaes) en deudas, ahora con mitad del presupuesto queremos presentar un trabajo para que toda la comunidad lo vea y diga: ‘Ahora sí, Vai-Vai ha vuelto a la escena'”, explica Gonçalves. “Este es el carnaval de nuestras vidas”, resume.

Más allá de la fiesta, se trata de un símbolo de la resistencia negra en un país con una historia atravesada por casi 300 años de esclavitud. “Lloramos con la escuela, sonreímos con la escuela, trabajamos por la escuela y así la vida va fluyendo. Esto es lo que queremos transmitir a las demás generaciones. Porque la samba acá en Brasil es nuestra vida. Es un rescate histórico nuestro. Entonces tenemos que preservarlo y trabajar para que no se muera”, señaló Sandra de Fátima.

Las nuevas generaciones demuestran que la esencia brasileña está más viva que nunca en Vai-Vai. Melissa da Silva, de 9 años, está entrenando mucho. “Desde muy niña soy Vai-Vai, mi bisabuela Iracema me trajo, y a mí me gusta mucho estar acá”, dice con orgullo.

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