El primer cómplice de la diputada presidenta del Congreso local, María Elisa Manterola Sainz, fue su correligionario Sergio Hernández, coordinador de los panistas en la Cámara, quien ha dicho que no hubo ilegalidad en la elección del Fiscal Especializado en Combate a la Corrupción de Veracruz.
Vaya ligereza en sus declaraciones. En el fondo, lo que reclaman los ciudadanos que participaron en el proceso de selección del fiscal en la materia es que para sacar a su “fiscal carnal”, Manterola lo que permitió fue transgredir el procedimiento legislativo con una adición al dictamen original que le cambió la esencia entera a la convocatoria.
Peor aún, Sergio Hernández lo que no quiere ver es que la designación del fiscal anticorrupción de Veracruz tenía que ocurrir de un proceso aséptico, y del que emerge Marcos Even Torres Zamudio es justamente lo contrario.
Como se recordará, el martes un grupo de ex aspirantes a la Fiscalía Anticorrupción denunciaron penalmente a Manterola por una fe de erratas engañosa que provocó desaseo en el dictamen que los diputados votaron el pasado 24 de julio para la designación de Torres Zamudio a ese cargo.
Mientras tanto, María Elisa Manterola ha preferido guardar mutis ante la ausencia de su grupo legislativo entero. Vaya lío legal en el que se metió por atender el interés de su jefe del Palacio de Gobierno.
