Mady, de 11 meses, había comido antes del partido de su mamá, Antonella González, y la veía atenta desde las gradas jugar basquetbol, pero al parecer le quedó un huequito en su barriguita de bebé y pidió más leche.
Al mismo tiempo, en la cancha, Antonella y su equipo, el Club Rocamora de Argentina, iban ganando el partido pero algo le decía a la basquetbolista que necesitaba parar e ir con su babé y pidió a su entrenador que, entre el primer y segundo cuarto, le permitiera ver a su hija.
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Antonella es una basquetbolista profesional argentina que, desde muy pequeña, ha estado involucrada con el deporte y con el equipo Club Rocamora, del que forma parte y del que su papá fue también jugador y entrenador.
Antonella, además de jugadora profesional, es licenciada en Psicomotricidad y dice que el basquetbol femenil en su país todavía no se desarrolla lo suficiente para que dedicarse únicamente a jugar, por lo que ella y todas sus compañeras de equipo deben tener trabajos extras.
