En Kenia, un hombre fue calificado por las propias autoridades como un “vampiro sediento de sangre” luego de confesar de haber matado a 12 menores de edad, no sin antes beber su sangre.

Masten Milimo Wanjala, de 20 años, fue detenido esta semana luego del hallazgo de los cuerpos sin vida de dos adolescentes en un terreno baldío de Nairobi, capital de este país africano.

El joven confesó el homicidio de 10 niños más, la mayoría entre 12 y 13 años. “En un relato escalofriante, golpe a golpe, el asesino contó detalles desgarradores de cómo atrajo a las víctimas a sus mandíbulas asesinas antes de exprimir la vida de los niños inocentes”, indicó la policía en un comunicado.

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Los delitos presuntamente empezaron hace cinco años, cuando el acusado tenía apenas 15 años de edad y su víctima no más de 12. Wanjala drogaba a sus víctimas con una sustancia, luego les extraía la sangre y terminaba por estrangularlas.

“Wanjala, sin ayuda de nadie, masacró a sus víctimas de la manera más cruel, a veces succionando sangre de sus venas antes de ejecutarlas”, dijo la policía.

Aunque el detenido está cooperando con las autoridades en la ubicación de los cuerpos, no muestra resentimiento alguno por sus crímenes ni simpatía por los familiares de las víctimas.

“Mientras los detectives buscan pistas cruciales para la recuperación del resto de los cuerpos, creemos que el sistema de justicia penal hará justicia a las almas inocentes y aliviará los corazones apesadumbrados de los padres, hermanos y kenianos en general en duelo”.

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