Un hombre irrumpió a la carrera el pasado domingo en una misa en la iglesia de San Agustín, en Tenerife (Islas Canarias, España), y dejó a un niño a los pies de una escultura de una virgen.
En una grabación, se observa cómo el individuo —que lleva al pequeño en sus hombros y va descalzo— corre por el pasillo central del templo hasta llegar al altar, donde se encuentra un trono con la imagen religiosa.
Una vez allí, y pese a que un hombre trata de impedírselo, el sujeto sube sobre el trono y coloca al menor a los pies de la virgen, tras lo cual se baja y se va en la dirección contraria ante la mirada atónita de los presentes.
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