Las emisiones a nivel mundial ya alcanzan niveles que van en aumento de manera acelerada. Los últimos cuatro años fueron los más calurosos de la historia y las temperaturas invernales del Ártico aumentaron 3 °C desde 1990. Los efectos del cambio climático repercuten en la recuperación de la capa de ozono, pero si se toman acciones para revertirlo, se puede contribuir al enfriamiento de la estratosfera a largo plazo, exacerbar la pérdida de ozono y retrasar el proceso.

Este año, el agujero comenzó a formarse dos semanas antes de tiempo y se encuentra descentrado; como resultado, la extensión espacial del agujero de ozono ahora progresa a un ritmo más favorable de lo habitual. Ayer se llevó a cabo la Cumbre de Acción Climática, en Nueva York, donde se reunieron seis decenas de presidentes y primeros ministros para presentar propuestas para luchar contra el calentamiento global.

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