Quienes no la deben estar pasando nada bien en este fin de año sin duda son el alcalde de Martínez de la Torre, José de la Torre Sánchez, y el recién destituido como subinspector y delegado de la Policía Federal en Xalapa, Francisco Javier Moreno Orihuela, ambos personajes ligados al todavía fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortiz.

Y no es para menos, pues al primero le fueron evidenciados los malos manejos financieros y actos de corrupción que durante el bienio de Miguel Ángel Yunes fueron avalados a través justamente del fiscal, luego del asesinato de tres de sus trabajadores en días pasados; mientras que al segundo, le dieron las gracias como funcionario de la PF en la capital del estado, pues en su afán de “queda bien”, se presentó sin autorización a la inauguración del edificio de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS).

Bien dice el dicho que todo cae por su propio peso y en el caso de Jorge Winckler, sus horas como fiscal parecen estar contadas. No basta que todos los días publique en su Facebook comunicados con los que intenta aparentar que se está haciendo el trabajo, cuando el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reporta que de enero a octubre de este año, en Veracruz se presentaron 48 mil 078 presuntos delitos del fuero común, de los cuales el abogado de la familia Yunes no rendirá cuentas.

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Por eso no es de extrañarse que cada día se queda sin “aliados” políticos y los más sensatos, prefieren mantenerse al margen de él, tan es así que regresando a la pasada inauguración de la UECS que anunciaron con bombo y platillo, pasó sin pena ni gloria… vaya, ni para entrevistas dio el evento.

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