Una anestesista británica que accidentalmente envió su anillo de diamantes a la lavadora al final de un turno en el hospital se alegró cuando la preciada joya apareció en otro centro médico a 136 kilómetros de distancia.

Según los reportes, la doctora Radhika Ramasamy, del hospital West Suffolk NHS Foundation Trust, en el este de Inglaterra, colocó el anillo en el bolsillo de su bata médica a mediados de diciembre pasado mientras realizaba sus tareas. Luego envió a lavar la prenda, olvidando que la joya, que le había regalado su marido, se había quedado en ella.

“No fue hasta la tarde del día siguiente que me di cuenta de que faltaba y luego era fin de semana, así que no lo informé a mi equipo de instalaciones hasta el lunes”, relató esta semana la médica. “Para ser sincera, nunca esperé recuperarlo porque pensé que quedaría aplastado en la maquinaria de la lavandería”, explicó.

No obstante, cinco días después del despiste, el registrador de anestésicos Suraj Shah, del Royal Free Hospital de Londres, se estaba colocando una bata y encontró algo inesperado. “Mientras me ponía la bata, algo cayó al suelo y un colega vio el anillo y me alertó”, señaló. Tras intentar sin éxito localizar a su propietario en el hospital londinense, se comunicó con el equipo de instalaciones, quien a su vez se puso en contacto con el servicio de lavandería.

Fue allí que se enteraron de que Ramasamy había denunciado la desaparición de la joya. Rápidamente se organizó una reunión y la mujer recuperó su tan preciado objeto sano y salvo. “Estoy muy feliz de que me lo devuelvan. Simplemente demuestra cuán honesta es la gente”, manifestó.

Por su parte, Shah dijo que sabía que su esposa se enojaría mucho si perdiese un anillo, por lo que esperaba poder encontrar a la dueña cuanto antes. “Como trabajadores de la salud, a menudo nos quitamos los anillos para los procedimientos, por lo que es un error fácil de cometer”, explicó.

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