En las redes sociales circula un video protagonizado por una mujer rubia con un vestido ajustado de color rosa, pocos segundos después de que estrellara su lujoso coche contra un restaurante en una ciudad estadounidense.
La joven aparece en la grabación recogiendo sus pertenencias en los asientos delanteros de su BMW, mientras dice a los testigos que se acercan que no puede ir a la cárcel y que no se quedará allí.
Tras ser animada por los testigos a abandonar el lugar, la chica les da las gracias y acepta la propuesta de un hombre de llevársela del lugar en su coche.
El restaurante pertenece a la cadena estadounidense Popeyes y aún se desconoce el lugar exacto donde se produjo el incidente.
El video se viralizó rápidamente obteniendo varios millones de visitas en algunas cuentas.