Alfa Centauri es el sistema estelar más próximo a la Tierra después del Sol. Se encuentra a 4.2 años luz de distancia.

Es el hogar de dos planetas, uno de los cuales, Próxima B, puede ser rocoso y templado como la Tierra y de un tamaño apenas mayor al nuestro (17 por ciento).

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Investigadores creen que una nueva señal de radio detectada por un radiotelescopio en la Tierra podría proceder precisamente de este y no saben muy bien qué la ha originado.

Esto ha podido ser detectado debido al programa Search for Extraterrestrial Intelligence (del que formaba parte Stephen Hawking) en el que los astrónomos que trabajan en el proyecto, buscan señales de radio que podrían provenir de alguna vida inteligente no humana en el cosmos.

Esta señal, apodada BLC-1, fue detectada por el telescopio Parkes del proyecto Breakthrough Listen en Australia con un radiotelescopio de 64 metros.

BLC-1 es un haz estrecho de alrededor de 980 megahercios. Esta señal, apareció una vez y no volvió a repetirse, es una frecuencia mucho más estrecha de lo que los científicos típicamente pueden observar desde dispositivos artificiales como satélites y naves espaciales.

Lo que llamó aún más su atención fue que la señal cambió ligeramente en el momento en que la estaban observando, y la forma en que lo hizo sugiere que podría tratarse de un cambio causado por el movimiento de un planeta.

Duró unas tres horas y es la primera vez que una señal consigue traspasar los controles de Breakthrough Listen, que normalmente están diseñados para eliminar las posibles interferencias de las señales procedentes de la Tierra.

A día de hoy el análisis de datos todavía no está completo por lo que no pueden asegurar a que se debe este haz de radio pero si saben que es algo inusual y extraño. Nadie asegura que sea una forma tecnológica y hasta ahora no se ha podido rastrear la fuente.
Dentro de algunos meses, cuando los investigadores terminen su trabajo y publiquen los resultados definitivos, se sabrá con seguridad si BLC1 es solo una interferencia terrestre o si se trata de la primera comunicación externa a la Tierra captada por el ser humano.

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