Ahora que se puso de moda la destitución de gobernadores o alcaldes surgidos del MORENA -ya que todo se filtra después de las reuniones mañaneras del presidente con su gabinete de seguridad- el analista político Salvador García Soto señala, en su columna Serpientes y escaleras, que en vista reciente al Palacio Nacional el gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco “se quejó amargamente por la falta de apoyo federal a su estado y hasta amenazó con dejar el cargo, el presidente Andrés Manuel planteó el tema de qué hacer con la entidad morelense y con el gobernador en una reunión de su gabinete de seguridad.”
El columnista asegura que el diagnóstico de lo que sucede fue tan delicado que “uno de sus secretarios planteó incluso la posibilidad de tomarle la palabra al gobernador y buscar un proceso constitucional para aceptar su licencia y dar paso a una sustitución constitucional por el Congreso del estado, aunque según la Constitución morelense, al no cumplirse aún los primeros tres años del mandato, el sustituto tendría que convocar a nuevas elecciones.”
Sin embargo, el periodista afirma que “la propuesta fue atajada de inmediato por el presidente con un argumento que dejó claro que, más que la permanencia de Cuauhtémoc Blanco, lo que preocupa en estos momentos en Palacio es el efecto político que tendría su salida del cargo: ‘No podemos mover a Cuauhtémoc porque eso llevaría a que también salga Cuitláhuac de Veracruz’, se dijo en esa reunión”.
Sí lo que señala el enterado periodista García Soto fue así, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez tiene cuando menos 434 días -y contando- de respiro y oportunidad para recomponer el rumbo acá en la aldea.
Después de que pasen esos días, todo será sacrificable para el proyecto y por la patria.