Sólo Veracruz es bello. Y vaya que lo es. En el partido que se disputó en la jornada pasada de la Liga MX, entre los Tiburones Rojos y la franja del Puebla, se apareció un pequeño tlacuache en la cancha del estadio Luis “Pirata” Fuente, el cual robó las miradas de los aficionados al fútbol, al grado de que se convirtió en trending topic en las redes sociales con miles de memes y menciones.
No es para menos. La población necesita de otro tipo de distractores, sobretodo los espontáneos. Los días transcurridos en el gobierno estatal van lentos y con una deficiente visión, así, como la del tlacuache.
En las familias veracruzanas, en cafeterías y en los corrillos políticos, con todo el ingenio jarocho, han comenzado a comparar a los neopolíticos veracruzanos con el “tlacuache jarochito”.
Comentan que los de la “cuarta” utilizan la “Política del Tlacuache” porque están poco desarrollados, son lentos y cuando se sienten amenazados entran en un “estado de coma” simulando estar muertos y así alejar a sus adversarios.
Habrá que ver si ese pequeño mamífero no traía algunas alimañas, también rastreras, en la bolsa marsupial, que recuerdan a la perfección la vieja máxima jarocha del Tlacuache Garizurieta “vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error.”


