No es raro que los aficionados de ‘Los Simpson’, conocidos por sus increíbles profecías, recurran a la serie animada para intentar descifrar lo que depara el futuro. Y la comedia de ciencia ficción de Netflix ‘No miren arriba’ (‘No mires arriba’, en España) no es la excepción. Las predicciones de la familia ficticia van más allá de la vida real, y esta vez han adelantado por casi 30 años la trama de la exitosa película de la plataforma de ‘streaming’.

Sin embargo, el caso de ‘No miren arriba’ parece ser algo más complicado que una de las predicciones habituales.

La comedia estadounidense se centra en dos astrónomos, encarnados por Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence, que descubren un cometa que, según sus estimaciones, chocará contra la Tierra en unos seis meses con una probabilidad muy alta de acabar con la humanidad. Pese a las advertencias de los científicos, tanto el Gobierno de EE.UU. como la mayor parte de la sociedad actual reaccionan con indiferencia a las pruebas.

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El episodio 14 de la temporada 6 de ‘Los Simpson’, que se estrenó en febrero de 1995 bajo el nombre ‘El cometa de Bart’, cuenta una historia muy similar a la película de Netflix.

En esta entrega, el hijo de Homero Simpson halla un cometa previamente desconocido que bautiza en su honor. Pese a la fama que recibe gracias al inusual descubrimiento, el chico, junto con otros niños, se da cuenta de que el cometa, que se dirige rápidamente hacia la Tierra, impactará contra su ciudad, Springfield, y causará daños inimaginables en el planeta.

¿Un cometa ‘optimista’?

Si bien hasta el momento todo parece encajar con el estreno de Netflix, aquí empiezan las diferencias entre los mundos ficticios. ‘Los Simpson’, una serie satírica que con frecuencia exagera los vicios de la sociedad, presenta un panorama más optimista de la humanidad a diferencia de ‘No miren arriba’, mostrando cómo ha cambiado la autopercepción de los humanos en los 26 años que separan las historias.

En la serie animada, los residentes locales toman muy en serio el acercamiento del cometa y logran coordinar sus acciones para destruirlo —aunque sin resultado alguno— al disparar un misil contra el cuerpo celeste (una misión similar también fue emprendida en la película, pero se vio repentinamente cancelada ante la negativa de destruir los billones de dólares de los que consiste el cometa, compuesto por tierras raras).

Eso sí, el desenlace de las historias se diferencia profundamente, dado que el cometa de ‘Los Simpson’ se autodestruye al entrar en la atmósfera. Mientras, ‘No miren arriba’ deja a los espectadores con un final mucho más amenazador, en el que los humanos rinden cuentas por sus acciones.

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