Un estudio reveló que estar expuesto a altos niveles de contaminación durante la niñez se relaciona con problemas de salud mental en la etapa adulta

Estar expuesto a altos niveles de contaminación atmosférica durante la niñez está relacionado con problemas de salud mental en la etapa adulta de la vida, a partir de los 18 años, según un estudio publicado este miércoles en la revista Journal of the American Medical Association Network Open.

El análisis, dirigido por miembros de la Universidad de Duke (EE.UU.), encontró tasas más altas de enfermedades mentales entre personas expuestas durante la niñez y la adolescencia a contaminantes del aire relacionados con el tráfico, en particular óxidos de nitrógeno.

El vínculo entre la exposición a la contaminación del aire y los síntomas de enfermedades mentales en los adultos jóvenes es “modesto”, según el autor principal del estudio, Aaron Reuben, un estudiante graduado en Psicología Clínica en la Universidad de Duke.

Pero “debido a que las exposiciones dañinas de este tipo están tan extendidas en todo el mundo, los contaminantes del aire exterior podrían contribuir significativamente a la carga global de enfermedades psiquiátricas”, según Reuben.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima actualmente que nueve de cada 10 personas en todo el mundo están expuestas a altos niveles de contaminantes del aire exterior, que se emiten durante la combustión de combustibles fósiles en automóviles, camiones y centrales eléctricas, y por muchas industrias de fabricación, eliminación de desechos y procesos industriales.

Investigaciones anteriores han identificado un vínculo entre la contaminación del aire y el riesgo de trastornos mentales específicos, incluyendo la depresión y la ansiedad, mientras que este estudio analizó los cambios en la salud mental que abarcan todas las formas de trastorno y angustia psicológica asociados con la exposición a contaminantes del aire relacionados con el tráfico.

En un análisis anterior, Helen Fisher, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres, y coautora e investigadora principal de este estudio, vinculó la exposición a la contaminación del aire infantil con el riesgo de experiencias psicóticas en la edad adulta joven.

Cuando se combina con estudios que muestran un aumento de las admisiones hospitalarias por muchas enfermedades psiquiátricas durante los días de “mala” calidad del aire en países como China e India, el informe actual se basa en hallazgos anteriores para revelar que “la contaminación del aire es probablemente un factor de riesgo inespecífico de enfermedad mental en general”.

Los sujetos de este estudio son un conjunto de dos mil gemelos nacidos en Inglaterra y Gales entre 1994 y 1995, seguidos hasta la edad adulta durante dos décadas.

Los autores descubrieron que el 22 por ciento de los participantes del estudio tuvo una exposición a óxidos de nitrógeno (NOx), un contaminante gaseoso regulado, que excedía las pautas de la OMS, y el 84 por ciento rebasó los límite de partículas finas (PM2.5), un contaminante en aerosol regulado con partículas suspendidas de menos de 2.5 micrones de diámetro.

Se encontraron síntomas asociados con 10 trastornos psiquiátricos diferentes: dependencia del alcohol, cannabis o tabaco; trastorno de conducta y déficit de atención; depresión mayor, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno por estrés postraumático y trastorno alimentario, y síntomas de trastornos del pensamiento relacionados con la psicosis.

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