Si eres de esos que se terminan hasta el corazón de la manzana, te tenemos malas noticias. Según un estudio publicado en la revista Frontiers in Microbiology, podrías estar consumiendo 10 veces más gérmenes que aquellos que lo desechan, pues una sola pieza contiene 100 millones de bacterias en su núcleo. 

Cuando cocinamos los alimentos, gran parte de las microbios mueren. Sin embargo, en el caso de las frutas, estas son particularmente importantes fuentes de gérmenes intestinales, pues no suelen cocinarse. 

La mayoría de los 100 millones bacterias están en el corazón de la manzana

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Según afirma la autora del estudio, Gabriele Berg, de la Universidad de Tecnología de Graz, las manzanas orgánicas tienen bacterias más equilibradas. Esto quiere decir que son menos peligrosas y más ricas que las manzanas convencionales. “Un grupo de bacterias que incluye patógenos conocidos, se encontró en la mayoría de las muestras de manzanas convencionales, pero no en las manzanas orgánicas”.

Para llegar a esta conclusión, el equipo investigador cultivó 83 millones de manzanas en 2018. De esta forma descubrieron que la mayoría de los gérmenes se encuentran en las semillas, dando como suma 100 millones de bacterias. No obstante, si se descarta el corazón, estas se reducen a sólo 10 millones. 

Dieta balanceada, frutas; de todas, pero según las porciones 

Una diera balanceada incluye todo tipo de alimentos, aunque en cantidades que concuerden con el peso, la estatura, y la actividad física de cada humano. Lo más importante es comer por lo menos 5 veces al día, pero cada tres horas y en las raciones adecuadas. 

En el caso de las frutas, unas tienen más calorías que otras. Entre aquellas que suben más suben de peso son el aguacate, plátano, maracuyá, uvas, cerezas y el mango. Por el contrario, las que no engordan bruscamente son precisamente la manzana, ciruela, melón, y la fresa. 

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