Agustín Basilio de la Vega

Los años jubilares tienen su origen en el judaísmo; la palabra Yobel hace referencia al cuerno de carnero con el que los israelitas anunciaban el año santo cada 50 años. Era un período en el que se convocaba a la amnistía y se daba un descanso a la Tierra conforme a lo que se establece en el Levítico, libro del Antiguo Testamento.

Esta tradición pasó al cristianismo como un año santo dedicado al perdón, reconciliación y encuentroEl primer jubileo fue decretado por el Papa Bonifacio VIII el 22 de febrero de 1300 para iniciar el siguiente siglo. A partir de entonces, se empezó a realizar cada cien años, luego cada 50, para que todas las generaciones tuvieran la oportunidad de celebrarlo y, en nuestros días, se celebra  de manera más frecuente.

En la Basílica de San Juan de Letrán el 11 de febrero de 2022, el papa Francisco convocó a al jubileo o año santo 2025 mediante la carta encíclica “Peregrinos de Esperanza” que refleja la preocupación y atención a los desafíos que han marcan el mundo contemporáneo como la pandemia, el cambio climático y las desigualdades sociales.  

Para la realización del Jubileo 2025 se ha considerado una organización logística para recibir a los peregrinos, una preparación espiritual y catequesis global, un programa de eventos con conferenciascelebraciones litúrgicas y culturales, abiertos a todas las personas, la realización de iniciativas de solidaridad y una comunicación multimedia en redes sociales. Para todo lo anterior ha sido fundamental la colaboración ecuménica y coordinación con el gobierno italiano para facilitar las exposiciones artísticas y obras culturales.

“Peregrinos de Esperanza” evoca la visión actual  del mundo que camina hacia Dios y para construir una mejor vida presente en un mundo marcado por crisis e incertidumbre. La esperanza representa la virtud fundamental del mensaje cristiano y de un futuro mejor. También significa el camino en comunidad como respuesta a las ansiedades provocadas por los desafíos mundiales.

El año jubilar 2025 contribuye a la conversión del corazón hacia una sociedad más justa y solidaria en donde la misericordia y perdón son esenciales para promover la paz mundial, el bien común, así como el diálogo inter-religioso. El año 2025 es un tiempo que combina la tradición y modernidad para mejorar personal y comunitariamente.

El jubileo inició con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el 24 de diciembre de 2024 y la misa de Navidad. En la Pascua del 2025 habrá celebraciones especiales y cada mes se realizarán conferencias, peregrinaciones y celebraciones litúrgicas, además de expresiones artísticas y encuentros ecuménicos con otros cristianos y religiones. La clausura será el 6 de enero del 2026.

Durante este año cada persona podrá consultar el calendario de los diferentes eventos para participar en este camino de conversión y renovación espiritual, de acuerdo con sus propias convicciones e intereses. Todos tenemos la oportunidad de que el próximo año 2025 sea para que nuestras familias y comunidades vivan con esperanza y con propósitos que nos ayuden cumplir con nuestras aspiraciones.  Por todo lo anterior,  deseo a todos mis lectores ¡Feliz Año Jubilar 2025!  

X @basiliodelavega                                          

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