Bernardo Bellizzia Guzmán
El robo de información a la base de datos de la SEDENA por parte de un grupo de hackers llamado “Guacamaya”. Demuestra la enorme vulnerabilidad en la que se encuentra el Estado Mexicano ante este tipo de personas especializadas en estas situaciones.
Lo grave de todo esto es que quedaron expuestos millones de documentos de seguridad nacional que contienen información clasificada y de alto riesgo. No solo se abre un espacio para conocer la precaria salud del Presidente López Obrador y el peligro de que pueda morir y todo lo que eso implica. También es información respecto de políticos, empresarios y gente cercana al círculo Presidencial sumamente delicada y mayormente comprometedora.
Los días que vienen serán de vital importancia para la vida política del País, la estabilidad en todos los sentidos, la continuidad o no de un proyecto transexenal el cual busca el Presidente dejar a toda costa y al precio que sea, es evidente. Todo eso está en gran riesgo y el propio Andrés Manuel lo sabe, lo percibe, lo intuye. Por eso su cara descompuesta y su notable enojo en la mañanera del viernes pasado. No le quedo otra que aceptar que había sido descubierto.
Las informaciones que se soltaran de manera dosificada en aras de hacer perder a MOREANA en el 24 no solo tiene preocupados al propio Presidente. La preocupación abarca todo el primero, segundo y tercer círculo de López Obrador. Financiadores, prestanombres, Gobernadores, Ex Gobernadores, empresarios, entre otros muchos más. El asunto es muy sencillo, la cuarta deformación ha sido una gran decepción para muchos que incluso se desbordaban de pasión por ella. Hoy han dejado de creer y son sus principales enemigos.
Así que es mejor que por acá también echen sus barbas a remojar porque la salpicadera de calabaza va a manchar a muchos por todos lados. El final del sexenio Presidencial se acerca y los ataques serán ahora mucho más continuos. Las filtraciones de información muchas veces vienen de adentro. De su propia gente que está harta de tantos atropellos, corrupción, desvíos de recursos, ineptitudes, abusos y muchas más cosas.
El hecho es que hoy las guacamayas le han tirado más de una pluma a un ganso que ya de por si se encontraba en decadencia, enfermo, loco de poder, desesperado, enojado y ninguneado por el pueblo bueno y sabio que ya no confía más en él. Decía Benito Juárez: “Nunca abuses del poder humillando a tus semejantes. Recuerda que el poder termina y el recuerdo perdura”. Alguien tendrá que decirle al famoso Peje que su gobierno viene en picada y que el riesgo de perderlo todo es hoy más que nunca muy factible. Ya veremos en que acaba todo esto.
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