Especialistas cuestionaron la visión triunfal del presidente Andrés López Obrador plasmada en su reciente tercer informe anual de actividades ante el Congreso, al hacer un balance negativo sobre su desempeño cuando transita por casi la mitad de su mandato.
“Los logros son mínimos y en algunos casos hay francos retrocesos en materia de seguridad, combate a la pobreza y educación, ciencia, salud, medio ambiente y crecimiento económico”, señaló el exministro de Salud Julio Frenk, que sirvió durante el mandato del expresidente Vicente Fox (2000-2006).
“El tejido social además está desgarrado y la polarización está creciendo”, señaló el exfuncionario, que fue director y fundador del Instituto Nacional de Salud Pública y rector de la Universidad de Miami, Estados Unidos.
En particular, Frenk cuestionó la gestión de López Obrador sobre la pandemia de Covid-19, en un país que se ha colocado como el cuarto a nivel mundial en materia de mortalidad y en el que registra cuatro veces más letalidad en promedio a nivel internacional.
“Todavía estamos muy lejos de controlar la pandemia. El gobierno federal ha vuelto, como lo hizo desde un principio, a minimizar los riesgos e insiste en afirmar que pronto superaremos la crisis. Sin embargo, los hechos están a la vista”, expuso.
México contabiliza más de 259 mil muertos, pero Frenk estima que si se considera el subregistro la cifra real podría elevarse a más del doble, es decir, a unos 603.000.
Otro experto, Enrique Cárdenas, miembro de la asociación Signos Vitales, se refirió a la “erosión constitucional” que sufre el país por la “violación sistemática de la ley” y a “militarización creciente de la vida pública” en México.
López Obrador prometió durante su campaña “regresar a las Fuerzas Armadas a sus cuarteles”, después de que en diciembre de 2006 su antecesor Felipe Calderón las incorporó a la lucha contra el crimen, dejando hasta ahora más de 335 mil muertos y unos 91mil desaparecidos debido a la espiral de violencia que se desató desde entonces.
Sin embargo, el mandatario creó la Guardia Nacional sobre todo con elementos castrenses y le ha asignado al Ejército y la Marina tareas ajenas a su labor esencial, como la construcción de aeropuertos, la administración de puertos y el manejo de las aduanas.
La académica Blanca Heredia estimó que el mandatario está “atrincherado en sus convicciones, en sus metas y objetivos” y la única buena calificación que le otorga es el proceso de vacunación contra el Covid, la “estabilidad macroeconómica” y la buena relación con Estados Unidos.
Sobre la inmunización, señaló que “es una hazaña de dimensiones logísticas que no nos había tocado enfrentar y no lo hicimos del todo mal, pues México está al nivel promedio de un país de su tamaño y capacidad económica.
Sin embargo, expuso que en el manejo directo de la pandemia “no ha sido la mejor” y “ha habido un exceso de muertes, ampliando la capacidad hospitalaria”, por lo que “le daría una calificación baja pues no hay buenos resultados”.
Además, cuestionó la política del gobierno de no otorgar apoyo a los sectores más afectados por la cuarentena como las pequeñas empresas y los desempleados.
En cuanto a la economía, el crecimiento de México se desplomó en 2021 en 8,5%, su mayor nivel en 90 años, a consecuencia del largo confinamiento por la pandemia de Covid-19, que obligó a la pérdida de más de 12 millones de empleos, la mayor parte en el sector informal. Este año el país crecería 6.2% de acuerdo con las previsiones oficiales.
Heredia estimó que un aumento en el Producto Interno Bruto como éste no es malo, pero “es un rebote que ni siquiera va a alcanzar a cubrir lo que perdimos el año pasado”.
A su vez Viridiana Ríos, analista política con doctorado en la Universidad de Harvard, Estados Unidos, estimó que “el informe de López Obrador remite a un país imaginario de un gobernante con buenas intenciones, pero no necesariamente de buenos resultados”.
En realidad, consideró que el recuento que formuló representa “retrocesos disfrazados de avances” y datos que reflejan “contradicciones y ambivalencias” y donde pinta un “país imaginario” donde “hay legalidad y democracia, se respeta la Constitución” y prevalecen una “transparencia plena y el derecho a la información”.
