El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió la aprobación en fast track de un paquete de reformas realizada por senadores de Morena, al señalar que las iniciativas se discutieron primero en la Cámara de Diputados y que fueron avaladas mediante la mayoría simple que tienen los grupos parlamentarios afines a su gobierno.

“Lo que sucedió en este caso, pues pasaron a comisiones todas estas iniciativas, en beneficio de la gente, se discutieron cuando tenían que discutirse, en la instancia correspondiente, pasaron a la Cámara de Diputados, ahí se aprobaron, después pasaron a la Cámara de Senadores, pero ahí se tomó la tribuna, para ya no permitir que se aprobaran las iniciativas”. 

“Lo otro que no quieren aceptar pues es que hay una mayoría, no hay mayoría calificada que es lo que se necesita para una reforma constitucional, pero sí hay una mayoría simple, la mitad más uno, que se requiere para reformar una ley, entonces, ¿dónde está la ilegalidad?”, cuestionó este lunes durante su conferencia matutina.

El mandatario federal aseguró que el proceso legislativo fue legal, y negó que hubiera una violación al mismo como argumentaron los senadores opositores, quienes además adelantaron que impugnarán ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) estas reformas.

Respecto a las impugnaciones, afirmó que no pasará nada y dijo que si la Suprema Corte acepta revisar la legalidad de las reformas será “la gran alcahueta del bloque conservador”.

El Senado aprobó entre la noche del viernes 28 y la madrugada del sábado 29 de abril una serie de reformas, la mayoría impulsadas por López Obrador, entre las que se destacan la que da al Ejército el control indefinido del Tren Maya, los ingresos económicos por turismo a las Fuerzas Armadas y la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

Las reformas se aprobaron con la ausencia de la oposición, que el jueves frenó la última sesión del periodo ordinario entre jaloneos y manotazos, ante la falta de acuerdos con el bloque oficialista, por lo que los opositores mantuvieron tomada la tribuna más de 24 horas, lo que obligó a cambiar de sede para continuar con la sesión.

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