El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, conversó este viernes vía telefónica con su homólogo estadounidense, Joe Biden, sobre la posibilidad de ampliar las vías legales para migrantes y refugiados en la región.

“Tuvimos una cordial conversación con el presidente Biden. Tratamos temas de interés en la relación bilateral”, informó López Obrador en su cuenta de Twitter.

Tras el encuentro, el Gobierno mexicano difundió un comunicado de prensa, en el que se informó que López Obrador y Biden dialogaron sobre la importancia de trabajar en conjunto con otros países de la región para “garantizar medios de vida seguros y sostenibles para sus respectivos ciudadanos y poblaciones migrantes, incluyendo la creación de empleos en Centroamérica y los esfuerzos para ampliar las vías legales para migrantes y refugiados”.

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La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, adelantó este viernes a medios locales que la conversación se centró en migración. Al respecto, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, apuntó en Twitter que los mandatarios hablaron sobre “atender las causas de la migración con mucho mayor inversión en Centroamérica”.

Además, el mandatario mexicano detalló que Ebrard viajará el lunes a Washington para “avanzar en temas de cooperación para el desarrollo y sobre la Cumbre de las Américas”, la cual se realizará en la ciudad de Los Ángeles (California, EE.UU.) en la semana del 6 al 20 de junio.

López Obrador propuso a su homólogo estadounidense que “todos los países de las Américas reciban invitación, sin excluir a nadie”.

La agenda migratoria

Durante la semana, la Casa Blanca informó que los mandatarios hablarían sobre migración, cooperación para el desarrollo en Centroamérica, crecimiento económico, seguridad y energía. Por su parte, López Obrador no detalló los asuntos que se abordarían en la conversación.

“Vamos a ver de qué se trata […] Lo cierto es que no sé cuál es el propósito, creo que es una llamada para compartir puntos de vista y creo que esto ayuda mucho”, dijo en conferencia de prensa el pasado martes.

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De acuerdo con altos funcionarios de la Casa Blanca consultados por la agencia Efe, los mandatarios abordarían las respuestas conjuntas ante el flujo migratorio, a raíz de que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) finalizarán el 23 de mayo la orden de salud pública enmarcada en el Título 42.

Bajo esta política que instaló la Administración de Donald Trump (2017-2021) en el marco de la pandemia del covid-19, las autoridades estadounidenses deportaron a México y a otros países a los migrantes en situación administrativa irregular, sin permitirles ejercer su derecho a solicitar asilo o a comparecer ante un juez.

“Esta llamada se planeó, en parte, debido a la Cumbre de las Américas, y también debido al próximo levantamiento del Título 42 y la expectativa del Departamento de Seguridad Nacional sobre el aumento de la afluencia de migrantes que intentan cruzar la frontera”, afirmó Psaki.

“Capital político de mexicanos en EE.UU.”

La coordinadora de la licenciatura en Negocios Globales en la Universidad Iberoamericana, Aribel Contreras, explicó en entrevista con RT que “EE.UU. necesita a México para que se pueda abonar a capital político”.

“Recordaremos la gran cantidad de millones de mexicanos, o de personas de origen mexicano, que viven al interior de EE.UU., y a la luz de temas tan importantes como es migración, seguridad, crecimiento económico, EE.UU. necesita a México para que se pueda abonar a capital político”, detalló Contreras.

“México estrecha lazos con Rusia”

Por otra parte, la académica destacó la “soberanía” que ha mostrado México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), al rechazar la implementación de sanciones contra Rusia en el contexto del conflicto con Ucrania.

“México cree que con el implemento de sanciones no se va a lograr ningún acuerdo”, precisó Contreras, agregando que la nación latinoamericana incluso “ha estrechado los lazos con Rusia, como los ha estrechado con muchas naciones”. “Eso es muestra de la soberanía de México y de que no forzosamente tiene que estar alineado a los intereses de la agenda de política exterior de quien esté de turno en la Casa Blanca”, concluyó.

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