El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este viernes que el estado de Chiapas está en paz, pese a que organizaciones indígenas y activistas han alertado de que se encuentra al filo de la guerra civil.
“En general hay paz, hay tranquilidad en Chiapas”, afirmó el mandatario en su rueda de prensa diaria, desde el estado fronterizo con Guatemala, al ser preguntado por los ataques de grupos paramilitares a las comunidades del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
A finales de mayo, diversas organizaciones indígenas y figuras públicas emitieron un pronunciamiento en el que denunciaron la situación violenta que están viviendo estas comunidades originarias.
“El EZLN, que ha mantenido la paz y ha desarrollado su proyecto autonómico en sus territorios y que ha tratado de evitar el choque violento con paramilitares y otras fuerzas del Estado mexicano, es hostigado, agredido y provocado constantemente”, expusieron los firmantes.
Entre ellos destacan el filósofo estadounidense Noam Chomsky, el escritor mexicano Jorge Volpi, el director de cine Alfonso Cuarón, y actores como Diego Luna, Gael García y Joaquín Cosío, así como otras miles de firmas.
Pero López Obrador sostuvo ahora que “en general no ha habido agresiones, ha habido algunos casos, pero no es una acción así deliberada, una embestida”.
“Existen problemas con los antiguos adversarios que se crearon, incluso al interior de la misma organización (el EZLN), pero tampoco es un asunto extendido, grave”, remarcó.
Los pueblos indígenas de la región, no obstante, denunciaron la complicidad activa o pasiva del gobierno local de Chiapas y del federal ante los ataques de los grupos paramilitares.
“Está la Guardia Nacional y estamos buscando que se dialogue, que se llegue a acuerdos, que no haya represión. Y vamos avanzando”, dijo el presidente.
Aunque admitió que durante los sexenios posteriores al levantamiento zapatista en 1994 se crearon grupos para confrontar a aquellos que reivindicaban los derechos de los pueblos indígenas, aseguró que desde su gobierno “se ha ayudado mucho” para frenarlos.
“Eso no desaparece de la noche a la mañana, ha ido poco a poco restableciéndose la estabilidad, la paz. Nosotros hemos ayudado mucho”, ahondó.
“Poco a poco se ha ido logrando la unidad y lo vamos a seguir haciendo”, agregó.
Además, señaló a los zapatistas por no brindar apoyo a su partido político, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y les llegó a comparar con lo que él considera “reaccionarios” o “conservadores“.
“Hay dirigentes de las organizaciones de defensa de derechos humanos que cuando estábamos luchando para lograr un cambio, se oponían a nosotros, llamaban a no votar”, criticó.
“Es como el caso de los reaccionarios, los conservadores, no quieren aceptar que hay una nueva realidad. Por eso, a veces, los extremos se tocan. No quieren aceptar que ya hubo cambios, por eso son estas denuncias”, sentenció.
El pasado 20 de junio, la Secretaría de Seguridad Ciudadana y Protección Ciudadana (SSyPC) de Chiapas informó que tras un enfrentamiento en el municipio de Ocozocoautla de Espinosa, dos personas murieron y tres más resultaron heridas.
El 2 de junio, víctimas de desplazamiento forzado fueron víctimas de un ataque en la comunidad indígena de Polhó, municipio de Chenalhó.
Un grupo de habitantes del sector Santa Martha que se refugiaron en la comunidad Polhó exigieron justicia luego del ataque en su contra que reconocieron fue ejecutado por el grupo criminal llamado “Los ratones”.
Desde hace un año, 245 indígenas tzotziles fueron expulsados violentamente de sus tierras, tras siete días de tiroteo, por lo que perdieron sus derechos en la comunidad y actualmente se refugian en varios poblados, el más grande se encuentra en Polhó, Chenalhó, con más de 150 personas.