Agencia Reforma

 México no sólo compra cara la morfina inyectable, sino además en cantidades insuficientes, advirtieron expertos. 

Felicia Knaul, fundadora de la Comisión Lancet para el Acceso Global a los Cuidados Paliativos y Alivio del Dolor, aseguró que el País compra este producto inyectable 31 veces más caro que otros países. 

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Además, adquiere mayores dosis de opioides, como oxicodona y fentanilo de patente, lo que implica sobreprecios. 

“La recomendación es que inviertan en la morfina sin patente oral, suspensión e inyectable de liberación inmediata, porque es más barata”, señaló. 

Para Knaul, México no tiene una política adecuada de control de medicamentos. 

“Tenemos un desabasto fatal desde antes del Covid-19. México adquiere sólo la cuarta parte de lo que necesita, porque se requiere también para trauma, parto y cirugías”, dijo. 

Una de las razones por las que México no pide suficiente morfina, consideró, es la opiofobia, que es la noción equivocada de que un uso balanceado y correcto para necesidades médicas implica generar adicciones. 

Héctor Arreola-Ornelas, coordinador de Investigaciones Económicas de la Fundación Mexicana para la Salud, refirió que en 2020 el Instituto Nacional de Cancerología reportó una reserva de morfina para cuatro o seis meses. 

“Se viene la pandemia y con ella el requerimiento para muchos pacientes de Covid-19, por lo que la reserva se agotó en menos de un mes”, señaló. 

Este año, México adquirió morfina en la compra consolidada de medicamentos a través de la ONU, pero está embodegada, lamentó.

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