La hipertensión arterial es una afección que rara vez causa síntomas y que generalmente se presenta en personas que tienen una predisposición genética, es decir, padres o abuelos que han padecido la enfermedad y que en el transcurso de su vida adquieren los denominados “factores de riesgo cardiovascular” asociados a los hábitos de vida, tales como una dieta poco saludable, con exceso en el consumo de sal, o la falta de actividad física, así como trastornos de origen metabólico como la obesidad, la diabetes o una concentración elevada de lípidos.

Para que la presión arterial sea clasificada como hipertensión debe presentar un aumento anormal persistente, mayor a 140/90 mmHg, el cual sólo es posible detectar mediante un monitoreo frecuente de la misma, por medio de un baumanómetro.

Por ello, en el marco del Día Mundial de la Hipertensión, que se conmemora este 17 de mayo, expertos en cardiología exhortan a la población a visitar de manera periódica a su médico con el fin de detectar oportunamente cualquier síntoma asociado a dicha condición y disminuir el riesgo de sufrir complicaciones a causa de ésta.

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“La presión arterial elevada es un problema de salud que requiere especial atención; tan solo en México uno de cada tres adultos la padece[i]. Además, en pacientes que viven con esta condición y además tienen un estilo de vida sedentario, consumen sal de forma excesiva o padecen diabetes no controlada, se pueden desencadenar complicaciones cardiovasculares, mismas que conducen a la principal causa de muerte en nuestro país, las enfermedades del corazón”, señaló el Dr. Héctor Galván Oseguera, Cardiólogo y Presidente de la Asociación Médica del Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS.

Debido a la presencia de los diferentes factores de riesgo, y de la propia hipertensión arterial, es importante que los pacientes no suspendan ningún tratamiento farmacológico prescrito, eviten la automedicación y refuercen la toma de presión para saber que está controlada o bien para detectar cualquier variación que sea un signo de alerta.

Dado que la hipertensión no suele causar síntomas durante muchos años, sino hasta que un órgano vital resulta dañado, se estima que el 60% de quienes la padecen no son conscientes de ello[ii], lo cual suele derivar en diagnósticos tardíos y falta de control de la enfermedad.

El proceso idóneo para atender a esta condición comienza cuando el médico confirma que los niveles de presión están en el rango de hipertensión, posteriormente deberá definir el tratamiento adecuado para su atención, mismo que deberá ser administrado bajo un esquema de toma personalizado en función del estilo de vida del paciente, así como de su edad y si hay complicaciones u otras enfermedades.

“Como especialistas tenemos la responsabilidad de generar diagnósticos certeros y oportunos para todos aquellos hombres y mujeres con sintomatología afín a la enfermedad, pero el rol del paciente es crucial ya que su mejora dependerá en gran medida que los cambios que realice en su rutina diaria y, de forma muy importante, de la adherencia al tratamiento”, destacó Oseguera.

Adicional a esto, Eduardo Mateos, Gerente Médico de Cardiología en Merck México, mencionó que a través de la campaña Mide tu pulso la compañía líder en ciencia y tecnología trabaja constantemente por informar y actualizar a los médicos mexicanos sobre la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial y otras enfermedades del sistema cardiovascular con el objetivo de que los pacientes con estas enfermedades tengan una mejor calidad de vida.

“Mejorar el estilo de vida es primordial para los pacientes con hipertensión y también para que el resto de las personas prevenga enfermedades cardiovasculares. Realizar actividad física, disminuir el consumo de sal y de grasas, suspender el hábito de fumar y consumir alcohol, así como estar en el peso ideal ayudará a que las personas tengan mejor salud cardiovascular”, finalizó el Dr. Mateos.

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