La República Democrática del Congo (RDC) confirmó hoy un segundo caso de ébola, una enferma que falleció ayer en el noreste del país, donde el pasado domingo se detectó un primer caso tres meses después de que declarara el fin del undécimo brote de la enfermedad de su historia. El segundo caso confirmado murió en la zona sanitaria de Masoya, situada en el territorio de Butembo, en la provincia de Kivu del Norte, dijo a Efe el coordinador nacional de la respuesta contra el ébola, Steve Ahuka.

La fallecida era una agricultora de unos sesenta años que estuvo en contacto con el primer caso, que murió el pasado día 3 y que ya había presentado los primeros síntomas dos días antes en Biena, localidad del territorio de Lubero, también en Kivu del Norte. «El trabajo de vigilancia continúa y también el listado de todos los contactos sospechosos», que ya suman 172, explicó Ahuka por teléfono a Efe, al asegurar que, «hasta ahora, la colaboración es muy buena con las comunidades locales».

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El pasado 18 de noviembre, la RDC anunció el fin del undécimo brote de ébola de su historia, localizado en la provincia occidental de Ecuador, que causó 130 casos, 55 muertes y 75 curaciones, de acuerdo con cifras oficiales. Las autoridades congoleñas ya habían declarado el fin de la décima epidemia meses antes, a finales de junio de 2020, que asoló tres provincias del noreste del país (Kivu del Norte, Kivu del Sur e Ituri) desde agosto de 2018 con un resultado de 2.280 fallecidos, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esa epidemia fue la peor de la historia de la RDC y la segunda más grave del mundo, después de la que devastó África occidental de 2014 a 2016, en la que murieron 11.300 personas y hubo más de 28.500 casos, aunque esas cifras -según la OMS- pueden ser más altas. La enfermedad del Ébola, descubierta en la República Democrática del Congo en 1976 -entonces llamada Zaire-, se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados.

Esta fiebre causa hemorragias graves y puede alcanzar una tasa de mortalidad del 90 %. Sus primeros síntomas son fiebre repentina y alta, debilidad intensa, y dolor muscular, de cabeza y de garganta, además de vómitos.

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