Los divorcios en México han aumentado considerablemente en los últimos años y la maestra en psicología clínica y medicina conductual Fabiola Anaya plantea dos posibles razones: la primera es que “el tema de la violencia doméstica está más fuerte que nunca”, y la segunda es que “la sociedad se está reacomodando”.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) arrojan que durante 2021 se registraron 149.675 divorcios, 61,4 % más con respecto a 2020, cuando hubo 92.739. Sin embargo, dice la especialista que esto “no debe estar asociado a algo negativo”, pues para ella “es más trágico quedarte en un vínculo donde ya no estás feliz, ni bien”.

En ese sentido, comenta, “durante mucho tiempo las mujeres no podíamos identificar qué era violencia doméstica, pensábamos que solo era cuando te dan un golpe, pero antes de eso hubo muchísimas manifestaciones como celos, chantaje, manipulación, de disminuir tu persona”, que forman parte del ‘Violentómetro’ (una clasificación de las diversas manifestaciones de violencia en la pareja).

Como ahora hay más acceso a la información, “las mujeres que pueden –porque el divorcio es un privilegio de pocas–, que sí tienen las herramientas para divorciarse y reconocen que estaban dentro de una dinámica violenta, se van”.

“Nadie tendría porqué quedarse al lado de alguien que ya no quiere estar”, puntualiza en entrevista con RT.

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Relaciones en los hogares

La Encuesta Nacional Sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) revela que en 2021, 70,1 % de las mujeres mexicanas entre 15 años y más, experimentaron al menos una situación de violencia a lo largo de la vida.

La violencia psicológica fue la de mayor prevalencia (51,6 %), seguida de la sexual (49,7 %). En el ámbito comunitario es donde viven mayor violencia (45,6%), seguido de la relación de pareja (39,9%).

Estas últimas cifras, en comparación con las de divorcio, de acuerdo con Anaya, “solamente nos lleva a una conclusión: que el agresor está en casa”.

“No se habían disparado las llamadas hacia los refugios con tanta urgencia antes de la pandemia [por covid-19] porque a lo mejor las mujeres tenían oportunidad de ir a casa de su madre, con sus amigas, pero durante el confinamiento se quedaron encerradas con sus agresores”, agrega la psicóloga, quien también es especialista en temas de género.

En esa línea, detalla que durante la contingencia sanitaria, “evidentemente las posibilidades de separarse eran nulas porque estaban cerrados los juzgados”. Lo cual explica que durante 2020 se registraran 92.739 divorcios, 42% menos que los contabilizados en 2019, según datos del INEGI.

Quiénes se divorcian más

Las entidades de la República Mexicana donde se registraron las mayores tasas de divorcios (en 2021) por cada 10.000 habitantes fueron: Campeche 46,6%, Sinaloa 40,2% y Coahuila 37,4%. En cambio, las menores tasas correspondieron a Veracruz 6,4%, Oaxaca 8,6% y Puebla 9,1%.

En el caso de los matrimonios conformados por personas del mismo sexo, las estadísticas indican durante 2021 se disolvieron 153 de hombres y 288 de mujeres.

Matrimonios en descenso

En contraparte, cifras del INEGI arrojan que durante 2021 se registraron 453.085 matrimonios, un incremento de 35% respecto a 2020. No obstante, cabe destacar que, si bien en los últimos años se ha mantenido una tasa promedio de parejas que deciden unir sus vidas legalmente, la tendencia es a disminuir.

Mientras en 2012, por cada 1.000 habitantes de 18 años o más, 7,64 se casaban, en 2021 el número bajó a 5,11.

Para la terapeuta, esto es el resultado “[del] proceso de evolución, de cómo nos organizamos como sociedad. También está cambiando el modelo tradicional de matrimonio: hombre, mujer, perro, casa”.

Menciona el ejemplo de que “muchas mujeres tienen otro proyecto de vida, que no es necesariamente excluyente a vivir una vida en pareja, pero no es la meta para ser feliz”.

Anaya, además, apunta a la transformación de los vínculos: “Hay acuerdos mucho más sanos que si nos casamos, porque el matrimonio no da ningún tipo de formalidad real, sino social”.

Por otro lado, concluye que si las personas se enojan por la destrucción del modelo tradicional, “es porque tomaban ventaja de ello”.

Quiénes se casan más

Según el INEGI, las entidades federativas con las tasas más altas de matrimonios (en 2021) por cada 1.000 habitantes de 18 años o más fueron: Quintana Roo, Campeche y Sinaloa. Las que presentaron las tasas más bajas fueron: Ciudad de México, Hidalgo, Chiapas y Puebla.

En 26 entidades se registraron matrimonios entre personas del mismo sexo. El total fue de 4.341, de los cuales 1.845 se realizaron entre hombres y 2.496 entre mujeres.

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