Con pocos pasajeros en la mayoría de las rutas del Tren Maya y persistentes dudas sobre su impacto social y económico, este lunes se cumplen dos años de la puesta en marcha de uno de los proyectos más ambiciosos y controvertidos del Gobierno de México, impulsado por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).
En total, el Tren Maya recorre 1.554 kilómetros a lo largo de cinco estados del sureste mexicano: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En el segundo aniversario, la Misión Civil de Observación integrada por organizaciones sociales, colectivos ambientales y especialistas, documentó una serie de impactos sociales y ambientales.
En entrevista con EFE, el ingeniero industrial Guillermo D.Christy, integrante de Ciencia Ciudadana Cenotes Urbanos y del colectivo Selvame del Tren, explicó que recorrieron comunidades ubicadas a lo largo del novedoso sistema ferroviario, con el objetivo de recoger testimonios directos de habitantes y usuarios.
El especialista en tratamiento de agua y también espeleólogo señaló que entre los principales resultados se detectaron fuertes afectaciones por la militarización de comunidades rurales, zonas arqueológicas y espacios públicos, tras la cesión de la obra y operación a la Secretaría de la Defensa Nacional.
“En la ciudad no se nota mucho, pero en las comunidades es una presión social muy importante. Muchas comunidades y muchos actores ambientalistas de la zona han sido perseguidos, amenazados, amedrentados”, denunció.
Los activistas subrayaron, además, que las obras se realizaron sin respetar plenamente las regulaciones vigentes ni aplicar el principio precautorio.
“Más de 20 millones de árboles fueron derruidos de forma ilegal. Se perforaron más de 15.000 pilas de acero y concreto que están afectando directamente ya el acuífero, se vulneraron más de 120 cavernas y cuevas que son visibles, más aparte todas las que no son visibles, gran parte del corredor biológico fue vulnerado”, enfatizó.
A su juicio, muchos de los daños son irreversibles y el deterioro continúa con el impulso a proyectos inmobiliarios, turísticos y agroindustriales.
“Lo que venimos vendiendo nosotros como estado turístico 100 %, pues la selva, la playa, en los cenotes (pozos naturales de agua dulce), pues se está vulnerando porque pues lo estamos vendiendo en parcelitas”, lamentó.
Asimismo, Christy lamentó el impacto de programas gubernamentales en comunidades rurales, pues generan divisiones internas, al condicionar la defensa del territorio frente a los beneficios económicos recibidos.
“Entre adultos mayores, las becas de los de los chicos, el sembrando vida y demás, familias que se llevan 20.000 a 25 000 pesos mensuales que antes no se las llevaban. Entonces, ¿cómo les pides que defiendan la selva?”, cuestionó.
Uno de los objetivos oficiales del Tren Maya es diversificar el turismo del Caribe mexicano hacia el interior del sureste, mejorar la conectividad regional y detonar polos de desarrollo económico alrededor de las estaciones, con la promesa de generar empleo e impulsar actividades productivas locales.
Turismo en ciernes
El servicio se ha enfocado principalmente en el transporte de pasajeros, con rutas turísticas que conectan destinos como Cancún, Tulum, Mérida, Campeche y Palenque, aunque el Gobierno federal ha insistido en que la viabilidad de largo plazo depende del desarrollo del transporte de carga, cuyas obras comenzaron formalmente en abril 2025.
Es el caso de Matías León, un joven turista que llegó hasta Cancún en compañía de familiares, se animó a viajar por primera vez en el Tren Maya.
“Está un poco solo, pero pues las instalaciones están preciosas, está superpadre. Me gusta que esté como muy combinación naturaleza y ciudad. No conozco nada del tren ni siquiera sé cómo luce adentro, pero pues supongo que está supermoderno», explicó antes de subirse.
Finalmente, Viridiana Aguilar apuntó que ya ha viajado en otras ocasiones, pero ahora la dejó el tren, llegó con pocos minutos y no le alcanzó el tiempo para comprar los boletos.
“Y está bien, pues hay que aprender a ser puntuales. Nos dejó el tren, ahora sí, literal, nos dejó el tren”, comentó.










