Viridiana Martínez y Eduardo Cedillo/Agencia Reforma
La propensión a los besos y la cercanía -¡hasta para comer!- hacen del 14 de febrero una celebración de alto riesgo en esta pandemia. Alejandro Macías, infectólogo, ve muchas posibilidades de que estas prácticas eleven los contagios.
“El riesgo de contacto directo a través de secreciones y por vía de mucosas, ya sea la de la boca y particularmente la de la nariz, es muy alto. De hecho, digamos que esto es un mecanismo prácticamente de inoculación directa”, explicó.
Sólo las parejas que permanecen juntas y que suman más de 10 días sin salir no tienen por qué preocuparse… pero son las menos. Con que uno salga a trabajar existe riesgo y los besos o los abrazos lo potencializan.
“Nos encontramos todavía en una situación muy álgida, en una intensa actividad en la pandemia.
“Si bien se ha reducido en buena parte de México la incidencia de casos nuevos, todavía es una pandemia muy activa; la recomendación sigue siendo la misma: quedarse en casa, evitar las reuniones, evitar el contacto físico, mantener la sana distancia”, dijo.
El diagnóstico es el mismo que planteó ayer el Gobierno capitalino al anunciar que la Ciudad regresará el lunes a naranja del Semáforo Epidemiológico, pero que la reapertura debe tomarse con tiento, pues todavía hay más hospitalizados que los que había en mayo.
“Vamos a celebrar, seguramente, el 14 de febrero con mucha cercanía afectiva pero con todas las recomendaciones de seguridad sanitaria, con distancia física, no fiestas, no multitudes, no encuentros familiares masivos.
“Esto es muy importante porque sabemos -y tenemos ya la evidencia empírica- que fue ahí donde se contagiaron en diciembre y en enero… y ahora evitemos otra recaída”, aseguró Oliva López, Secretaria de Salud.
Para Jorge Alfredo Ochoa, director de los Servicios de Salud Pública de la CDMX, la petición es clara: ya habrá tiempo para besar de nuevo.
“Epidemiológicamente hablando, se puede hablar de un llamado a realizar un San Valentín sin besos. No es la única manera de manifestar afecto. Este año hay que celebrar sin besos”, insistió.
El funcionario se sumó al llamado que se ha hecho desde hace una semana para no relajar medidas sanitarias con pretexto del Día del Amor y así evitar el regreso a rojo… que nadie quiere.
“Los rituales afectuosos van a continuar, nos vamos a volver a abrazar, nos vamos a volver a besar. Espero que con una mayor consciencia y con mejores medidas de seguridad, solamente se pausaron.
“Volveremos a abrazarnos y besarnos en breve, pronto regresaremos a la verdadera normalidad”, concluyó.