La iglesia católica en México urgió a toda la sociedad a trabajar para evitar el bullying y ponerle un alto en su editorial Desde la fe de este domingo, en el cual recordó el asesinato de la adolescente Norma Lizbeth a manos de una compañera suya.

La menor estudiante de secundaria murió a manos de su compañera en una pelea en la que fue retada después de varios episodios de bullying por su color de piel, en hechos ocurridos en Teotihuacán, Estado de México.

La Arquidiócesis Primada de México dijo que “una vez más, hemos contemplado con impotencia, rabia, tristeza y desesperanza, cómo se trunca la vida de una pequeña, ante la indiferencia de sus compañeros de escuela que lejos de detener la pelea se burlan de la víctima e incitan al agresor a golpearla con más saña, mientras graban con sus celulares lo que para ellos es sólo un espectáculo“.

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Ante estos hechos señaló que en los últimos años la sociedad ha sido testigo de campañas que buscan tejer acciones y evitar la discriminación, acoso, intolerancia, indiferencia, desigualdad, violencia física, psicológica o verbal en las escuelas, incluso iniciativas de ley que han sido presentadas pero sin embargo, la violencia entre niños y jóvenes sigue escalando exponencialmente.

La iglesia apuntó que de acuerdo a datos del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, entre 2022 y lo que va del 2023, a través de la Línea de Seguridad y Chat de Confianza, se han atendido 368 reportes por bullying, de los cuales 50% han sido de estudiantes de secundaria, 27% de primaria, 6% preescolar. De estos, la violencia física ocupa el 32% de los casos, seguida por la violencia verbal en un 23.5% y la psicológica con 16%.

Advirtió que el problema es grave y continúa deteriorándose y por ello es importante atender las causas de fondo que se reflejan en este conflicto entre niños incluso, cuestionó ¿de donde obtuvo la niña que asesinó a Norma Lizbeth tanto odio como para golpearla con una piedra en la cabeza?; ¿dónde aprendió una chica de 14 años de estas tácticas criminales?; ¿cómo puede haber tantos jóvenes espectadores alterados en sus emociones con el deseo de ver correr sangre?.

Finalmente dijo que este hecho pone en evidencia un fuerte desmoronamiento del tejido social, para el que no existe una solución mágica y mucho menos soluciones violentas como las que se han planteado en redes sociales a partir del caso, por ello, esta tragedia exige a todos los actores sociales trabajar para fortalecer el elemento más importante en la sociedad que es la familia.

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