El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, aseguró este miércoles que los cinco jóvenes que fueron atacados por militares en Nuevo Laredo, Tamaulipas, fueron ejecutados; además, descartó que las víctimas fueran armadas.
“No se trató de un enfrentamiento con los jóvenes, independientemente de quienes eran, fueron ejecutados”, dijo.
En entrevista con medios a su llegada a la Cámara de Diputados para dialogar con la Comisión de Derechos Humanos sobre la Ley de Memoria, Encinas indicó que existen elementos para acreditar que los jóvenes no iban armados cuando los militares los atacaron durante la madrugada del pasado 26 de febrero.
“Esperemos que venga la conclusión de la investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para dar a cuenta de qué es lo que pasó, que, evidentemente, hay elementos para acreditar que los jóvenes no iban armados y que no hubo un enfrentamiento”, aseguró.
Alejandro Encinas también afirmó que en caso de que los militares sean culpables por el asesinato de los cinco jóvenes, deberán cumplir con su responsabilidad.
El pasado 26 de febrero, el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo denunció que militares ejecutaron extrajudicialmente a cinco jóvenes, e hirieron a uno más, mientras viajaban en una camioneta en la colonia Manuel Cavazos Lerma.
Horas después, los vecinos intentaron impedir que los elementos se llevarán la camioneta en la que viajaban los jóvenes.
Poe este hecho, autoridades de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) vincularon a proceso por el delito de desobediencia a cuatro militares que accionaron por accionar sus armas en contra de los jóvenes.
El procesamiento de los militares por parte de la Sedena es independiente de las responsabilidades a que se hagan acreedores como resultado de las investigaciones que realizan las autoridades civiles, confirmó la dependencia a LatinuS el 2 de marzo.
El 28 de febrero, la Sedena informó que según la versión de los militares, escucharon armas de fuego y vieron la camioneta tipo pick up, la cual, aseguraron, iba en exceso de velocidad, con las luces apagadas y sin placas.
“Al observar la presencia de las tropas, (los jóvenes) aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva, deteniendo su marcha al impactarse después con un vehículo que estaba estacionado”, señaló la Sedena en un comunicado.
“De esta situación, al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego”, reconoció.