La activista Cecilia Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, fue encontrada con vida después de haber sido reportada como desaparecida desde el domingo, mientras participaba en un operativo para encontrar el rastro de víctimas de desaparición.
“Autoridades confirmaron a la Fiscal General de Sonora que apareció sana y a salvo, ya que su vehículo presentó falla mecánica y estuvo en una zona donde no había red celular”, afirmó la Fiscalía de Sonora en un comunicado que terminó con horas de zozobra.
Este lunes por la mañana, la organización formada por mujeres que buscan a sus hijos e hijas reportó la desaparición de Flores, lo que encendió la alarma de los organismos de derechos humanos en México.
La preocupación se debe a que en el país ya hay más de 100.000 personas desaparecidas y a que ya se han descubierto por lo menos 5.545 fosas clandestinas desde el año 2006, cuando inició la llamada ‘guerra contra las drogas’ del Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012).
“(Flores) estaba realizando una búsqueda en el estado de Sinaloa y fue vista la última vez mientras iba bordo de una patrulla de la policía estatal que se supone le brindaba protección”, denunció el colectivo en sus redes sociales.
El caso desató la alerta nacional en medio del clima de violencia que se potenció desde que inició la política de Calderón y que, casi dos décadas después, sigue acumulando asesinatos, masacres, desapariciones y cotidianas violaciones a los derechos humanos.
Como miles de personas, Flores se convirtió en activista a la fuerza, ya que entre 2015 y 2019 desaparecieron a sus tres hijos: Alejandro Guadalupe, Marco Antonio y Jesús Adrián.
Ante la indiferencia de las autoridades, Flores y otras mujeres decidieron a buscar a sus hijos por su propia cuenta y consiguieron palas y picos para escarbar la tierra en diferentes descampados con la esperanza de, por lo menos, encontrar los cuerpos de sus familiares.
Gracias a ese trabajo, en los últimos cuatro años han encontrado más de 1.500 cuerpos en fosas clandestinas.
