El 17 de julio de 2019, la justicia de Estados Unidos dio un golpe duro al narcotráfico. Aquel día, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua, toda vez que fue encontrado culpable de ser el líder del Cártel de Sinaloa y de un cargo que incluye 26 violaciones relacionadas con las drogas y una conspiración para cometer homicidio.
Durante más de dos décadas, Guzmán Loera disfrutó de su libertad y consiguió consiguió una de las redes criminales más poderosas, pues su sentencia llegó 26 años después de su primera detención ―9 de junio de 1993― y dos fugas de la cárcel.
Actualmente, gracias al ingenio y organización de ‘El Chapo’, así como su unión con Ismael ‘El Mayo’ Zambada, el Cártel de Sinaloa es considerado el cártel con mayor presencia en el mundo, pues cuenta con al menos 26 mil miembros, asociados y facilitadores en más de 100 países.
Pero, ¿cómo es que ‘El Chapo’ logró hacer crecer al CDS en cuestión de años?
Los expertos en criminalista que, durante el tiempo que permaneció encerrado en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 1, lograron reconstruir su perfil psicológico, señalan que su temperamento y personalidad fueron clave, pues posee rasgos que lo ayudaron a hacer frente a múltiples retos.
A principios de 2017, las cosas no se veían bien para el cártel de Sinaloa. Su líder de alto perfil, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, era extraditado a los Estado Unidos. (Foto: Cuartoscuro)
Egocéntrico, pero encantador: así describieron a ‘El Chapo’
Luego de su primera detención, llevada a cabo en la frontera de Guatemala con México en 1993, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) no perdió ni un sólo minuto y creó un perfil psicológico del ahora exlíder del Cártel de Sinaloa.
Dicho documento fue consultado por la periodista Anabel Hernández quien, en su libro Los Señores del Narco, compartió algunos detalles de lo que las y los expertos lograron detectar de la personalidad y mente de ‘El Chapo’.
Entre la basta información destaca que Guzmán Loera fue descrito como un hombre con rasgos psicópatas, narcisistas y maquiavélicos, pero también como alguien ingenioso, manipulador y encantador.
El perfil de ‘El Chapo’ también demostró que, en aquel entonces, el narcotraficante era una persona con fallas notables en el control de sus impulsos, tanto sexuales como agresivos, además de que no sabía hacer frente a situación frustrantes.
¿Empresario?
Astuto, perseverante, tenaz, meticuloso, selectivo, hermético fueron otros de los adjetivos con los que ‘El Chapo’ fue descrito; mismos que lo ayudaron a escalar rápidamente en el mundo del narcotráfico, aún cuando sus habilidades sociales no eran perfectas.
Pero eso no es todo. De acuerdo con la criminóloga Mónica Ramírez Cano, quien tuvo la oportunidad de elaborar un perfil su psicológico en El Altiplano, ‘El Chapo’ también tenía una percepción de sí mismo distinta a la que el resto de la población tenía y tiene de él.
“Joaquín se ve a sí mismo como un empresario. (…) dice: mi producto lo consume quien quiere, no a quien se le obliga”, relató en 2020 para Milenio.
No obstante, es importante destacar que lejos de su propia percepción y de algunos de los adjetivos que se encuentran en su perfil, las y los expertos sí encontraron rasgos peligrosos en el narcotraficante.
“Es capaz de causar daño físico de manera casual y sin pensarlo, ya que las necesidades y los sentimientos de los demás no tienen sentido inmediato para él”, puntualizó Anabel Hernández en su obra.
Cabe destacar que son varios los factores que podrían explicar por qué Guzmán Loera es como es. El contexto familiar de pobreza en el que creció es uno de los más fuertes, pero también influye la genética, las experiencias de vida ―traumáticas o no―, las circunstancias sociales y los propios factores psicológicos individuales.