Mayolo López y Ángel Charles/Agencia Reforma
La agrupación política Sí por México encontró pagos con anomalías en el programa Jóvenes Construyen el Futuro hasta por 2 mil 900 millones de pesos.
De acuerdo con un análisis, la agrupación detectó pagos hechos a personas que no coinciden con el número de jóvenes vinculados a un centro de trabajo, pagos que exceden el número de beneficiarios por municipios, así como pagos a personas duplicadas, triplicadas y hasta repetidas 14 veces.
Según el diagnóstico, se detectaron pagos a 2 mil 154 jóvenes sin registro completo (sin apellidos) por 38 millones 500 mil pesos; a 2 mil 788 personas cuyos pagos fueron duplicados, triplicados, por 68 millones 522 mil pesos.
También se encontraron pagos por 92 millones 295 mil pesos para 11 mil 971 personas identificadas como “menor” “menor” “menor” en los apartados de datos personales.
Así como pagos que exceden el número de beneficiarios por municipio por 9 millones 162 mil pesos, y pagos hechos a personas que no coinciden con el número de jóvenes vinculados a un centro de trabajo por 2 mil 730 millones 432 mil pesos.
REFORMA publicó que, en Nuevo León, este programa prioritario del Gobierno federal ha sido utilizado por particulares para apropiarse indebidamente de recursos públicos destinados a los jóvenes, aprovechando que las reglas de operación dejan abierta la puerta a posibles desvíos.
Durante una investigación de cinco meses se descubrieron dos redes –una en Linares y otra en el área metropolitana de Monterrey– encabezadas por un ex funcionario municipal y un aspirante de Morena a diputado federal, para inscribir a jóvenes y apoderarse de parte del dinero de sus becas.
Para el especialista Miguel Székely, director del Centro de Estudios Educativos y Sociales, el padrón del programa está diseñado de origen para impedir la transparencia y la rendición de cuentas.
“Este padrón es una rendición de cuentas ficticia, porque le llaman padrón a un listado de nombres de personas identificando el municipio en donde habitan y la cantidad que se les pagó.
“Eso no cumple con los criterios mínimos de un padrón en donde debería haber información que te permitiera corroborar datos”, sostuvo el especialista Miguel Székely.
Es un sello de la administración, consideró, el desdén por la información, por la estadística, por los indicadores.
Añade que el objetivo por el que se creó el programa, reducir el número de jóvenes que no estudian ni trabajan, no se ha cumplido.
“Este es un programa que surgió para reducir el número de jóvenes que no estudian ni trabajan, pero si uno ve en el año 2019, antes de la pandemia, dicen que incorporaron a un millón de jóvenes. ¿Saben cuánto disminuyó el número de jóvenes que no estudian ni trabajan? No disminuyó: se quedó prácticamente igual, a pesar de que dicen que inscribieron a un millón de jóvenes”, señala.
En el análisis, Sí por México descubrió 64 casos en los que el nombre una misma persona aparece en el programa de adultos mayores, en Sembrando Vida y en becas.
Pero, además, sobresale otro caso: el de “menor, menor, menor”.
“Si se revisa el padrón, el programa te dice que es necesario el nombre y los dos apellidos, pero hay miles de registros que se llaman ‘menor’, ‘menor’, ‘menor’, con el primer y segundo apellido ‘menor'”, explica.
En el programa, sin embargo, se especifica que no puede ser para un menor de edad, porque este es de 18 para arriba.
“Y si tú multiplicas cuánto dinero dicen que le dieron a un menor, menor, menor, son 92 millones de pesos”, resume Székely.