César Martínez/Agencia Reforma
En las últimas semanas, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha protagonizado enfrentamientos armados, ha aterrorizado a la población y ha expandido su influencia en al menos cuatro estados.
Como si fuera una estrategia de guerra, mantiene al menos dos frentes: en Zacatecas, donde el martes tuvo un enfrentamiento con integrantes del Cártel de Sinaloa, en los límites con Durango, que dejó al menos 2 muertos y 10 heridos, y en la Tierra Caliente de Michoacán: sus sicarios irrumpieron en Tepalcatepec, donde operan Los Viagras.
Además, en Quintana Roo, se le atribuye a ese grupo criminal el incendio de ambulancias del hospital privado Playamed Cancún, presuntamente como mensaje para exigir el pago de piso.
En redes sociales también se denunció la venta de droga con las iniciales “CJNG” en la CDMX, en la zona de Iztapalapa y Tláhuac.
Según el reporte más reciente de la DEA, este Cártel tiene presencia en 23 estados, por arriba del Cártel de Sinaloa, que opera en 15.