Los participantes de la primera mesa de este evento coincidieron en señalar que hay una evidente militarización de la política pública del país

Afirmaron que es necesario cambiar la manera de enfrentar la crisis de seguridad que vive México, ya que los resultados demuestran que no ha dado resultado

Este miércoles se llevó a cabo la inauguración de la decimocuarta edición del Foro de Derechos Humanos del SUJ

En un principio, las fuerzas armadas —entiéndase el Ejército y la Marina— estaban asociadas con los trabajos de rescate después de los desastres naturales, y a la gente le parecía bien. Después, salieron de los cuarteles para enfrentar a la delincuencia organizada, y a la gente le pareció bien.

Hoy en día, las fuerzas armadas tienen asignadas 246 funciones civiles, muchas de las cuales ni siquiera tienen que ver con la seguridad de la nación, como pueden ser la vacunación contra COVID-19 o la construcción de aeropuertos.

Aunque el modelo de seguridad que se ha seguido hasta ahora no da resultados, las fuerzas armadas siguen acumulando tareas y presupuesto, por lo que es necesario buscar un nuevo paradigma centrado en los derechos y en las personas.

En eso coincidieron los participantes de La grave crisis de seguridad y su militarización, mesa con la que dio comienzo la decimocuarta edición del Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), que se lleva a cabo en el ITESO de Guadalajara como sede. 

La primera participación de la mesa, moderada por Alejandra Nuño, directora del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ, del ITESO, corrió por cuenta de Catalina Pérez Correa, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), quien expuso los resultados del informe Inventario nacional de lo militarizado, en el que se da cuenta de cómo las funciones que realizan las fuerzas armadas han aumentado y, con ellas, el presupuesto que reciben, no así la transparencia en la rendición de cuentas.

La investigadora expuso que de las 246 funciones que se han militarizado, 140 no tienen información pública sobre el presupuesto que se les ha asignado, además de que han recibido estas tareas “con acuerdos o convenios de difícil acceso fundamentados en artículos muy genéricos. Pareciera que ni siquiera son necesarias las reformas para darles más funciones”, dijo Pérez Correa. 

Una vez planteada la base por la académica del CIDE, tomó la palabra Ernesto López Portillo, del Programa de Seguridad Ciudadana de la IBERO Ciudad de México, quien presentó el proyecto Seguridad Vía Civil (seguridadviacil.ibero.mx) desde el cual, señaló, “buscamos generar diálogo y ofrecer información para que las personas construyan su propio criterio”. 

El académico de la IBERO Ciudad de México dijo que actualmente el modelo de seguridad en el país se rige por “un paradigma fallido que se reproduce a sí mismo y, por lo tanto, la tiene ganada”. ¿Cuál es este paradigma? Uno centrado en el uso de la fuerza y el castigo penal que, está demostrado, no funciona para reducir la violencia, al contrario: aumenta la fuerza, aumenta la violencia, aumenta la fuerza, un círculo vicioso que se alimenta a sí mismo.

Algunas cifras: de 1940 a 2007, la tasa de homicidios en el país había ido en bajada, mientras que cuando empezó la llamada guerra contra el narco había un promedio de 8 homicidios por cada 100 mil habitantes. Hoy se registran 29. “El paradigma del uso de la fuerza gana desde su fracaso”, señaló. 

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Explicó que el proceso de militarización ha avanzado independientemente del partido político en el poder, por lo que el papel de las universidades es generar reflexión y construir pedagogías en torno a un paradigma de seguridad diferente, uno que ponga a las personas al centro y pugne por los derechos humanos porque, señaló, “la seguridad no puede funcionar contra los derechos de las personas”. 

Por su parte, Santiago Aguirre, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) señaló que en materia de seguridad el país está viviendo un profundo retroceso y advirtió de tres riesgos de seguir con el despliegue militar: “1) No es una política efectiva; 2) las fuerzas armadas son reacias a la rendición de cuentas, lo que puede desequilibrar nuestra de por sí frágil democracia; 3) a mayor militarización, más violaciones a los derechos humanos”. A sabiendas de que es un proceso que no se puede revertir de inmediato, Aguirre dijo que es necesario trabajar en red y construir puentes de solidaridad desde la sociedad. 

Para concluir la mesa, los tres investigadores coincidieron en que hay que buscar vías diferentes y que es necesario que los otros poderes, como la Suprema Corte de Justicia o el Congreso de la Unión, actúen como verdaderos contrapesos. “Debemos desmontar una política de seguridad que beneficia a muy pocos y lastima a muchísimas personas”, dijo Ernesto López Portillo. 

Foro SUJ: transformar sueños y esperanzas en realidades 

Previo a la primera mesa se realizó la bienvenida e inauguración de la decimocuarta edición del Foro de Derechos Humanos del SUJ, un espacio que “nos coloca de manifiesto el reto que enfrentamos ante la grave crisis de violaciones sistemáticas a los derechos humanos en México. Esta crisis nos obliga a una profunda reflexión sobre qué significa ser una universidad jesuita ante esa realidad”, dijo Luis Arriaga Valenzuela, S. J., Rector del ITESO. 

Al dar la bienvenida a rectores y representantes de otras universidades del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) —instancia que cobija el foro—, así como a las y los ponentes y participantes, el Rector comentó que “estos diálogos que hoy iniciamos serán un servicio de la fe y de la promoción de la justicia que tiene como principio la contemplación en la acción. Y esta acción sólo puede tener lugar a partir de una reflexión contextualizada en la realidad y con la escucha atenta”. 

Por su parte, Lorena Giacomán, asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, dijo que en el foro “se habla de transformar sueños y esperanzas en realidades”. Añadió que se trata de un espacio para identificar y visualizar situaciones de injusticia y darle voz a los que no la tienen, y enfatizó el hecho de que “muchas reflexiones surgidas en los foros han pasado a la agenda nacional, colocando temas que antes no se discutían como los derechos de las mujeres, el derecho al agua y al medio ambiente sostenible, los derechos de los migrantes”. Aunque falta mucho por recorrer para que el ejercicio de los derechos sea pleno para todas las personas, señaló que “los foros del SUJ son un punto de referencia en materia de derechos humanos”. 

El video del panel sobre militarización se puede ver en el canal https://www.youtube.com/ITESOUniversidad, donde también se estarán transmitiendo en vivo todas las actividades del foro. Más información sobre el programa en https://www.iteso.mx/foro-suj.

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