El Gobierno francés anunció este jueves el cierre de comercios no esenciales y la prohibición de desplazamientos interregionales en 16 departamentos del país, incluyendo la región de París, que suman casi un tercio de la población nacional.

Las nuevas medidas, que se aplicarán desde la medianoche del viernes durante cuatro semanas, buscan limitar el avance del coronavirus, sobre todo en la zona norte del país, ya que “la progresión de la epidemia se acelera notablemente”, afirmó en rueda de prensa el primer ministro francés, Jean Castex.

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Estas nuevas restricciones pretenden lograr una “tercera vía” sin llegar a un nuevo confinamiento completo, según Castex, quien anunció además que los ciudadanos podrán salir para hacer deporte hasta un máximo de 10 kilómetros (frente a un kilómetro en los dos confinamientos de 2020).

Además, el actual toque de queda se flexibilizará a todo el país y comenzará una hora más tarde, a partir de las 19.00 hora local, desde el sábado próximo, para concluir a las 06.00, como ahora.

Castex justificó esta decisión en que “ha llegado el momento de tomar medidas más exigentes”, ante la fuerte progresión de la pandemia en estas zonas.

La región de París es actualmente el epicentro de la pandemia en Francia, con una tasa de incidencia de 446 casos por 100.000 habitantes en siete días, lo que supone un aumento del 23 % en una semana, y con las unidades de urgencias llenas al 102 %.

Sin embargo, el Gobierno francés quería evitar un nuevo confinamiento total tanto por las consecuencias psicológicas y sociales como económicas, ya que la región de París por sí sola supone el 30 % del PIB nacional.

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