El diario The New York Times perfiló a Omar García Harfuch como “el rostro de la campaña más agresiva de México contra los cárteles en más de una década” y planteó la interrogante sobre si será el funcionario capaz de derrotar a las organizaciones criminales.
El reportaje recuerda el atentado que sufrió en 2020, cuando recibió tres disparos mientras se desempeñaba como secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México. Tras ese ataque, atribuido a un poderoso cártel, Harfuch comenzó a dormir en su oficina. Esa rutina se mantuvo con su llegada a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, donde incluso pasa noches cerca de su escritorio bajo resguardo militar.
Según el Times, esa dedicación le permitió ganar la confianza de la presidenta Claudia Sheinbaum y consolidarse como el eje de la ofensiva federal contra el crimen organizado. Datos oficiales citados indican que, en los primeros 14 meses del actual gobierno, se detuvo a casi 39 mil personas por delitos violentos, se aseguraron 20 mil armas y se destruyeron mil 760 laboratorios de drogas, cifras muy superiores a las registradas en un periodo similar de la administración anterior.
El diario destacó además que los homicidios bajaron 22% respecto al año pasado, alcanzando su nivel más bajo en una década, mientras que los robos con violencia disminuyeron 15%. García Harfuch reconoció que el problema no está resuelto, pero afirmó que su estrategia ha golpeado a las estructuras criminales “abajo, en medio y arriba”.
El texto señala que estos resultados iniciales calmaron a Washington. Con Harfuch como enlace, aumentó el intercambio de inteligencia con Estados Unidos y funcionarios del gobierno de Donald Trump elogiaron la cooperación bilateral, resaltando su experiencia policial y coordinación internacional.
No obstante, el New York Times advierte que persisten retos importantes: aumentaron las extorsiones, secuestros y desapariciones, y 63% de los mexicanos aún se sienten inseguros. Analistas consultados subrayan que los cárteles siguen siendo demasiado poderosos para ser erradicados.
El diario concluye que García Harfuch concentra un control inédito sobre la estrategia de seguridad nacional, con respaldo directo de Sheinbaum, lo que lo coloca como el principal arquitecto de la política de seguridad del país.









