El huipil, prenda emblemática de la vestimenta indígena mexicana, vive un renovado protagonismo en la escena internacional de la moda impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum. The New York Times la incluyó en su lista de las personas más elegantes de 2025, destacando su apuesta por la moda indígena y su postura contra la apropiación cultural de grandes marcas.

El diario subrayó que, en su primer año de gobierno, Sheinbaum ha llamado la atención por usar ropa bordada por artesanas mexicanas y por tomar medidas contra firmas que imitan diseños ancestrales. La mandataria agradeció el reconocimiento y puso el acento en las mujeres indígenas que confeccionan las prendas que viste en actos públicos.

En distintas conferencias, Sheinbaum ha reconocido el trabajo de artesanas de comunidades como San Pedro Mártir, Tlaxcala y Oaxaca, y ha mencionado a creadoras como Virginia Verónica Arce Arce, Olivia Trujillo Cortez y Thelma Islas Lagunas, responsables de varios de sus atuendos más representativos.

Lejos de las marcas de lujo, la presidenta ha defendido un “estilo soberano” basado en el orgullo cultural. “Cada bordado tiene historia, tradición y pensamiento indígena”, ha señalado, en un contexto marcado por denuncias de plagio contra empresas internacionales.

De origen prehispánico, el huipil —del náhuatl huipilli— es más que una prenda: es identidad, memoria y resistencia cultural. Su uso desde la Presidencia ha colocado a esta vestimenta ancestral en el centro de la moda global, resignificándola como un símbolo de dignidad y reconocimiento histórico.

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