Autoridades mexicanas investigan a servidores públicos por el presunto robo de 10 documentos de Hernán Cortés del Archivo General de la Nación (AGN) que aparecieron en subastas en Estados Unidos.

La Fiscalía General de la República (FGR) citó a funcionarios y otros sospechosos para que declaren sobre los documentos, indicó en una entrevista con Efe Marco Palafox, director de Asuntos Jurídicos y Archivísticos del AGN.

“Son sospechosos, sujetos a investigación, cualquier persona que haya tenido acceso a los depósitos, desde un enlace operativo hasta el director general o la directora general en aquel entonces, cualquier persona con acceso puede ser sospechoso, no descartamos ninguna hipótesis”, dijo.

El caso estalló a raíz de que un grupo independiente de historiadores encontró que la casa de subastas Swann Galleries, en Nueva York, ofertaba en septiembre pasado una orden real española dirigida a Cortés y Pedro de Alvarado en 1521, el año de la Conquista de México por parte de los españoles.

El documento es uno de 10 que, de 2017 a 2020, los especialistas reportaron como robados del archivo ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que el 26 de agosto interpuso una denuncia ante la FGR, según Palafox.

Aunque falta comprobar que los documentos subastados coincidan de manera científica con los sustraídos, el director jurídico del AGN comentó que la última vez que se vieron los archivos fue en 2014.

“Desafortunadamente y de forma muy preocupante, en la Administración anterior no se tenía este mecanismo básico de seguridad, entonces estamos muy limitados para exponer quiénes tuvieron acceso a los depósitos, quiénes tuvieron acceso a eses expedientes”, apuntó.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ha confirmado que han buscado la ayuda del Departamento de Justicia de EE.UU. y que cooperan con el fiscal federal del distrito de Nueva York para repatriar los manuscritos.

Palafox comentó que el 1 de octubre pasado se reunieron con autoridades de Estados Unidos, donde no existe el concepto de “robo de buena fe”, lo que facilitaría su recuperación.

“Con independencia de quién los tenga, es una posesión ilegítima porque fue robada y podríamos regresar, eso es en lo que nos estamos enfocando con las autoridades de Estados Unidos, en acreditar con estos elementos de que nos los sustrajeron, fueron robados”, expuso.

PÉRDIDA DE PATRIMONIO

Con el presidente Andrés Manuel López Obrador, desde diciembre de 2018, el Gobierno de México ha intensificado sus reclamos de objetos históricos en el extranjero, pero los investigadores independientes criticaron la pérdida.

“La cosa no es nada más la denuncia, ya realmente el chiste es llegar a las culpables. Es muy delicado. Me parece que es muy lamentable que la memoria de un país se vaya perdiendo por unos cuantos pillos”, declaró a Efe María Isabel Grañén Porrúa, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (Fahho).

En el grupo que descubrió los documentos también están Michel Robert Oudijk, del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la española María del Carmen Martínez, especialista en Hernán Cortés de la Universidad de Valladolid.

“Lo ideal es tener controles muy precisos y que también haya una oficina donde se puedan hacer estas denuncias, donde alguien sepa que se sustrajo un documento, este trabajo lo deberían haber hecho las autoridades mexicanas, no un grupo de historiadores”, criticó Grañén Porrúa.

Palafox ha reconocido que en un escenario realista los documentos podrían tardar 3 años en volver a México, aunque se dijo “satisfecho” con la investigación de Estados Unidos.

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