El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inició de manera accidentada su viaje a Georgia al tropezarse varias veces al abordar el Air Force 1.

Biden y la vicepresidenta Kamala Harris se reunirán en la ciudad de Atlanta con estadounidenses de origen asiático, tres días después de los tiroteos que dejaron ocho muertos en salones de masajes.

Al abordar el avión presidencial Air Force 1, Biden tropezó en por lo menos tres ocasiones.

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En el último tropiezo el presidente de EE.UU. detuvo su subida por las escaleras para sobarse la rodilla izquierda.

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Instantes después continuó el ascenso al avión para iniciar el viaje.

En el equipo de Biden restaron importancia a los tropiezos. El presidente “está bien al cien por cien”, dijo a periodistas a bordo del avión Karine Jean-Pierre, subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, quien subrayó el viento que hacía este mediodía en la base de la Fuerza Aérea de Andrews (Maryland), de donde parte habitualmente la aeronave presidencial.

“Casi me caigo yo misma al subir las escaleras”, apuntó la portavoz, quien destacó una vez más que el presidente está bien después del tropiezo.

El presidente Joe Biden ordenó el jueves que las banderas en la Casa Blanca y los edificios públicos del país ondeen a media asta por el tiroteo del martes en tres salones de masaje asiáticos en Atlanta, donde murieron ocho personas.

Biden emitió una proclamación presidencial para que se adopte esa medida “como señal de respeto a las víctimas de los actos de violencia sin sentido perpetrados el 16 de marzo de 2021 en la zona metropolitana de Atlanta”.

Las banderas deberán ondear a media asta hasta el 22 de marzo no solo en la Casa Blanca y edificios públicos, sino también en puestos y embarcaciones militares, y en embajadas en el extranjero.

La Policía detuvo a Robert Aaron Long por los tiroteos, quien negó tener una motivación racista y atribuyó su actuación a una perturbación derivada de su “adicción sexual”, aseguraron el miércoles las autoridades locales.

El suceso, que dejó ocho muertos, entre ellos seis mujeres de origen asiático, ha reavivado el debate en EE.UU. sobre los crecientes ataques de odio contra estadounidenses con raíces en Asia, que han alcanzado casi 3 mil 800 en todo el país desde que comenzó la pandemia.

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