Detrás de la disputa por el transporte de pasajeros entre taxistas de Cancún y conductores de plataformas, como Uber, están las millonarias ganancias que deja el turismo.

El destino de playa del caribe mexicano se ha convertido en un infierno para cientos de turistas que no pueden utilizar servicios de plataformas de transporte en distintos espacios de Cancún y se ven obligados a transportarse en taxis, que cobran tarifas no autorizadas por las autoridades.

Con el permiso judicial que recibieron el 11 de enero las plataformas digitales de transporte para operar en Quintana Roo, los sindicatos de taxistas aseguran que han perdido dinero y poder.

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